-¿Los retos de Álvaro Muñoz de las Casas al frente de la Dirección Territorial de Telefónica?
-Al margen de cumplir los retos que, en general, tiene Telefónica y que son satisfacer a los clientes, accionistas y empleados, y pese a que somos una multinacional, queremos acercarnos e identificarnos con el territorio. Nuestra obsesión es aportar al crecimiento y al progreso de las regiones en las que estamos. Por ello, nos alineamos con el Gobierno andaluz en la convergencia de la comunidad en el ámbito de la sociedad de la información y del conocimiento.
-César Alierta, presidente del grupo, insiste últimamente en la necesidad de otra convergencia, la de negocios y firmas del grupo. ¿cómo se come en Andalucía?
-No es fácil, porque hemos estado diferenciados mucho tiempo [empresas distintas para diversos negocios de telecomunicaciones]. Se trata de hacer ofertas globales. Ya hace tiempo que utilizamos el concepto de operador de servicios, hemos dejado de ser una operadora sin más. Sobre la infraestructura de red, damos otras aplicaciones y otros servicios a los clientes. ¿Un ejemplo? Las pymes. Estamos haciendo ofertas [integradas, con los servicios tradicionales de telefonía pero también los de transmisión de datos, ofimática, ADSL, etcétera] para que accedan a las nuevas tecnologías y a la sociedad de la información sin realizar grandes inversiones. ¿Otro ejemplo? Las tiendas de Telefónica, donde cabe contratar telefonía fija y móvil, la banda ancha o Imagenio.
-Pero converger, ¿también supone ajustar plantilla?
-No, en principio no se prevé ningún ajuste, estamos bien así.
-Telefónica es un gigante con millones de diminutos clientes. ¿Cómo se ve desde la cúpula la queja de un particular?
-Nos obsesiona, de verdad, la satisfacción de nuestros clientes. Aunque la OCU [organización de consumidores] sitúa nuestros índices de satisfacción por encima de los de la competencia, nuestro empeño es seguir mejorando. Es cierto que las nuevas tecnologías hacen que, en ocasiones, el cliente se sienta indefenso y sea difícil transmitir la imagen de cercanía y de solución inmediata. Estamos unificando los sistemas de información. No es fácil atender por teléfono, como hacemos, a la mayoría de clientes.
-¿Cómo ha evolucionado el negocio andaluz?
-En 2007 facturamos en Andalucía 3.158,4 millones de euros, el 15,27% del total nacional de la compañía, y nos hemos propuesto crecer este año un 4%.
-¿Inversiones?
-En los últimos tres años, mil millones de euros. Para el conjunto de 2008 estaban previstos entre 325 y 350 millones, pero hemos decidido adelantar estas inversiones a la primera mitad del año.
-¿Por?
-Para que cuanto antes puedan repercutir en la mejora de las infraestructuras y porque somos los que lideramos la aparición de nuevas aplicaciones y utilidades sobre la telefonía. Para nosotros, Andalucía es estratégica, puesto que es la segunda región en crecimiento y en convergencia [entre los distintos negocios del grupo], de ahí que las demandas de servicios y, por tanto, de infraestructuras y de atención sean superiores. Para Telefónica, pues, Andalucía es una oportunidad clara, lleva una senda de crecimiento extraordinaria. Aquí queremos estar e invertir y donde tenemos 5.100 trabajadores directos, generamos empleo indirecto para otros 8.300 y realizamos compras a proveedores que en 2007 sumaron un valor 240 millones de euros. Y también está, lógicamente, la firme voluntad política.
-¿De quién y para?
-Si se analizan los programas y mensajes del Gobierno andaluz, claramente hay una apuesta por el crecimiento de la sociedad del conocimiento y la información. Ahí están como ejemplos la gratuidad de la banda ancha de hasta un mega anunciada por el presidente Chaves y el que la banda ancha vaya a llegar hasta la última pedanía de Andalucía. Todo esto se tiene que normalizar [regular] y Telefónica está abierta a participar.
-¿No resta negocio? A quien se le dé un mega no pagará tres...
-No. Primero, habrá gente que esté subvencionada para acceder al mega gratis. Segundo, seguimos ofertando más aplicaciones y servicios que requieren mayor ancho de banda. Y tercero, por el desarrollo de la Administración electrónica. La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones expresó sus dudas sobre si podría afectar a la competencia, y la Junta de Andalucía respondió que no, porque serán los propios proveedores de ADSL los que tendrán que convencer, captar y conservar al cliente. Es una oportunidad para que cada uno coja la parte que quiera o pueda.
-¿A cuánto asciende el pastel del mega gratis?
-Ni remota idea. No sabemos cómo se va a hacer, pero sí que será bueno para los andaluces y no malo para nosotros.
-¿El ADSL será, pues, la niña bonita de la inversión andaluza?
-ADSL, fibra óptica y estaciones de base [antenas] de telefonía móvil. En este país, y Andalucía no es ajena, tenemos un problema gravísimo con esas infraestructuras. El miedo es libre, pero ni la UE, ni el Ministerio de Sanidad ni la propia Telefónica consentirían algo que nocivo para la salud. En cambio, sí está demostrado que la telefonía salva todos los días muchas vidas. Vi en televisión a un grupo de vecinas que se manifestaban para que quitaran antenas. Junto a los bolsos, todas llevaban móvil en la mano.
