La desaceleración de la economíaespañola se agudizó en el primer trimestre del año, al registrar un crecimiento del 2,7%, ocho décimas menos al registrado en el anterior y 1,4 puntos inferior al mismo periodo de 2007.
A estos datos, ofrecidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), hay que sumar que el aumento intertrimestral del Producto Interior Bruto (PIB) sólo fue del 0,3%, el más bajo desde el tercer trimestre de 1995, que supone una reducción de cinco décimas respecto al trimestre anterior y de siete frente al mismo periodo de un año antes.
Al conocerse los datos del INE el vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, indicó desde Bruselas que estos datos ponen de relieve que se está produciendo una "desaceleración rápida" respecto a los meses anteriores.
Esta tesis fue compartida por algunos analistas macroeconómicos y por los principales partidos políticos, que fueron más pesimistas ante la intensidad de la desaceleración y pusieron en duda la posibilidad de alcanzar la última previsión del Gobierno, que cifra en el 2,3% el crecimiento para el conjunto del año.
Según el INE, en el primer trimestre la economía española ha atenuado su crecimiento como consecuencia de una menor contribución de la demanda nacional que sólo fue parcialmente compensada por una aportación menos negativa del sector exterior. El crecimiento interanual de los tres primeros meses del año es, además, el menor desde el cuarto trimestre de 2002.
A falta de conocer el próximo día 21 el dato definitivo, la economía prosigue la senda de desaceleración iniciada en el segundo trimestre de 2007, que ha llevado al Ejecutivo a revisar su previsión de crecimiento para este año desde el 3,1 hasta el 2,3%.
El crecimiento avanzado ayer por el INE es una décima inferior al que estaba previsto por el Banco de España para el primer trimestre, ya que en su último boletín, publicado el pasado 30 de abril, lo cifró en el 2,8%, y calculó un avance intertrimestral del 0,4%.
Entre las causas de esta ralentización, los expertos subrayaron el deterioro de la confianza empresarial y de los consumidores, que hace caer la inversión y el consumo, la restricción del crédito que está provocando la crisis financiera internacional y un mayor aumento del desempleo por el ajuste del sector de la construcción. Asimismo coincidieron en considerar que no podrá alcanzarse la previsión de crecimiento del 2,3% que da el Gobierno, y apuntaron que debería revisarse a la baja cuando el Ejecutivo presente en verano el cuadro macroeconómico con el que elabora los Presupuestos Generales del Estado de 2009.
Como respuesta, la secretaria de Política Económica y Empleo del PSOE, Inmaculada Rodríguez-Piñero, aseguró que los datos del INE confirmaban "una desaceleración acusada, pero con un crecimiento elevado", y aseguró que el Gobierno "ya estaba preparado para esta situación".
