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El Instituto de la Grasa encara la recta final para trasladarse a la Olavide

El organismo investigador anunció en diciembre de 2011, hace de aquello dos años y medio, su mudanza al campus, a un edificio cuyo presupuesto se dijo entonces que era de 24, 3 millones

el 13 may 2014 / 22:16 h.

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El 19 de diciembre de 2011, hace ahora dos años y medio, la Universidad Pablo de Olavide informaba en nota de prensa del traslado del prestigioso Instituto de la Grasa, dependiente del no menos reconocido internacionalmente Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a terrenos del campus. La operación era presentada entonces como un espaldarazo a la política de acercamiento del entonces rector Juan Jiménez a instituciones científicas punteras. Pero desde aquel día hasta hoy, la realidad es que el nuevo edificio que ocupará el Instituto de la Grasa está terminado desde hace meses pero sin que hasta allí se haya trasladado nada ni nadie. Tras tres semanas de gestiones, fuentes del Consejo se limitaron a confirmar a este periódico que lo más que se puede decir sobre el futuro del Instituto de la Grasa es que, a partir del verano, estará finiquitada la mudanza y el equipamiento de las nuevas instalaciones. Hace dos años y medio se cifró el nuevo edificio en 24,3 millones de euros (el 70% financiado por el Feder y el resto, por el Consejo, cuando entonces la crisis no había abierto un agujero negro en la caja registradora). Pero mañana y hasta el viernes, el presidente del CSIC, Emilio Lora Tamayo inaugurará la XXXV Asamblea del Instituto de la Grasa en el salón de actos del Instituto de la Grasa en la nueva sede en el campus de la Universidad Pablo de Olavide, como reza en el tríptico que puede consultarse en la web del organismo investigador. El acto servirá para que el CSIC encare la recta final de su mudanza al campus universitario después de que los gravísimos problemas económicos que atraviesa el Consejo hayan dejado en barbecho este proyecto durante demasiado tiempo. El Instituto de la Grasa, creado en 1947, está en estos momentos dividido entre dos sedes, una en la Avenida Padre García Tejera y en Dos Hermanas, en donde está instalada la almazara experimental, las plantas piloto y los departamentos de Biotecnología de Alimentos y Fitoquímica de los Alimentos. El organismo se puso en marcha «con la finalidad de contribuir a la mejora y al desarrollo de los sectores industriales relacionados con las materias grasas». «Desde su fundación –reseña el Instituto en su página web– ha dedicado una atención preferente al sector del aceite de oliva y la aceituna de mesa, de gran importancia económica y social en Andalucía, contribuyendo de manera decisiva a mejorar el nivel científico y tecnológico de ambos sectores». La misión actual del Instituto es desarrollar investigación dirigida a caracterizar y obtener alimentos de calidad, saludables y seguros, así como implantar nuevas tecnologías respetuosas con el medio ambiente dentro del sector agroalimentario. Todos estos avances serán dados a conocer durante la XXXV Asamblea que arranca mañana. «Somos conscientes de la necesidad de promover una eficaz transferencia de los resultados de las investigaciones que se desarrollan en nuestro centro». Por eso, «el Instituto de la Grasa abre una vez más sus puertas en estas jornadas, con el objetivo de estrechar más la colaboración con el sector industrial, y contribuir activamente a la promoción de la cultura científica y tecnológica», reseña la institución. La jornada será clausurada por la consejera de Agricultura, Elena Viboras, Jean-Louis Barjol, director ejecutivo Consejo Oleicola Internacional y Rafael Garcés, director del Instituto de la Grasa.

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