Al menos 20 personas resultaron heridas en enclaves oficialistas del departamento opositor de Santa Cruz durante las primeras horas de la celebración del referéndum autonómico que se celebró ayer en esa región boliviana.
En casi todas las poblaciones con mayoría del gubernamental Movimiento Al Socialismo (MAS) se quemaron urnas y destruyeron recintos electorales.
Fuentes médicas confirmaron a la red de televisión ATB que la mayor cantidad de heridos se produjo durante un enfrentamiento con piedras y palos entre seguidores del presidente Evo Morales y grupos autonomistas en el humilde barrio denominado Plan 3.000 de la capital cruceña.
Entre ellos al menos hay uno de gravedad con "un traumatismo cráneoencefálico", dijo uno de los médicos. Los choques se produjeron tras la decisión tomada por habitantes de ese barrio de destruir las urnas instaladas para la votación, que fue suspendida temporalmente.
Fuentes médicas informaron al mismo canal de otros cinco heridos en la localidad de Montero, otro foco de tensión en el área rural donde un joven quedó con una fractura abierta en una pierna por la explosión de un cartucho de dinamita.
En la población de San Julián, fuentes médicas aseguraron que una persona, seguidora de Morales, resultó gravemente herida y con lesiones internas al ser atropellada por un autobús que trasladaba a un grupo de simpatizantes del mandatario que poco antes había destruido urnas de un recinto de votación para evitar la consulta.
Leales a Morales. También se registraron heridos en la localidad de Yapacaní, otro reducto de los sindicatos leales a Morales en el que la consulta fue suspendida porque un grupo de campesinos atacó los recintos de votación.
En esa población, el sábado, un fotógrafo del diario paceño La Razón, del grupo español Prisa, fue golpeado por un grupo de vecinos que le arrebataron la cámara cuando trataba de tomar imágenes de un incidente en la oficina autonómica de la localidad.
El periódico aseguró que los agresores eran afines al partido gubernamental MAS, mientras que el canal de televisión PAT denunció que uno de sus periodistas también fue golpeado durante esta jornada. El Gobierno central y las autoridades de Santa Cruz se culparon unos a otros de los incidentes.
