Economía

El IPC trae la discordia al salario

La inflación se coloca en el -1% en septiembre y enroca a patronal y sindicatos en sus propuestas de alza salarial en la negociación colectiva

el 14 oct 2009 / 19:34 h.

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Un mismo argumento para defender dos posturas completamente opuestas. La caída de los precios en septiembre -y ya van siete registros negativos consecutivos-, que colocan la inflación en el -1%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), fue utilizada ayer tanto por la patronal CEOE como por los sindicatos para justificar sus planteamientos contrarios.

Así, los empresarios consideran que la evolución del IPC avala su posición en la negociación colectiva, en la que defienden una subida salarial de entre el 0% y el 1%, mientras que UGT y CCOO esgrimen que, para sacar al consumo del pozo en el que está inmerso, lo que hace falta es precisamente lo contrario, subir los sueldos para poder gastar más y reactivar la economía.

La CEOE reaccionó tras conocer que la inflación descendió dos décimas respecto a agosto alegando que su propuesta de alza salarial mantiene el poder adquisitivo de los trabajadores y se adecúa a la actual situación económica. De este modo, insiste en que la moderación salarial es clave para mantener el empleo y la actividad de las empresas.

Todo lo contrario piensan los sindicatos, que se basan en que un fortalecimiento de las rentas salariales ayudaría a "tirar hacia arriba" de los precios, ya que una reducción de los salarios únicamente conduciría a aumentar las desigualdades y a deprimir aún más el consumo, lo que ahondaría en la destrucción de tejido productivo y, consecuentemente, de más empleo, según UGT. En la misma línea, CCOO instó a desbloquear la negociación colectiva y a cumplir con los convenios ya pactados.

Con los datos del IPC de septiembre, la moderación en la caída de los precios augurada por Gobierno y expertos se resiste, lo que sitúa al indicador en uno de sus mínimos históricos. En esta ocasión, los responsables del descenso fueron el abaratamiento del transporte por el menor precio de los carburantes, así como de alimentos y bebidas no alcohólicas y la moderación de los precios de los hoteles, cafés y restaurantes.

Tanto la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, como el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, descartaron un escenario de deflación e insistieron en que el IPC cerrará el año en tasas "moderadas" y "leves" pero positivas.

El precio del transporte ha bajado el 6,8% en un año, debido a que desde septiembre de 2008 el precio de los carburantes y combustibles acumula un descenso del 15,5% y los productos energéticos, del 10,2%, consecuencia de la diferencia del coste del petróleo. Hace un año el barril de Brent -de referencia en Europa- costaba 100,78 dólares frente a los 68,15 en septiembre de este año.

El IPC se situó en el -0,2% en tasa mensual, frente al 0,3% de agosto, y en el -0,1% interanual, frente al -0,8% de un mes antes.

En tasa mensual, la caída de los precios se debió, fundamentalmente, al abaratamiento del ocio y la cultura (1,8%) y el transporte (1,5%) -por el menor precio de carburantes, lubricantes y automóviles-, y a la moderación de hoteles, cafés y restaurantes. Todos los demás componentes de la cesta de la compra se encarecieron, encabezados por el vestido y calzado (3,6%), debido al fin de las rebajas.

La inflación subyacente -que excluye energía y alimentos frescos- se redujo una décima respecto a agosto y la tasa interanual se situó en el 0,1%.

En Andalucía, los precios cayeron una décima frente a agosto y ahonda su caída hasta el -1,1% en los últimos doce meses, en línea con el comportamiento registrado en el ámbito nacional.

Por provincias, las más inflacionistas fueron Huelva (-1,6%), Almería (-1,5%), Granada (-1,4%) y Córdoba (-1,3%), seguidas de Jaén (-1,2%), de Málaga (-1%), de Cádiz y de Sevilla (-0,9%).

Mientras la Consejería de Economía incidió en que la región experimentó la misma evolución que el resto de comunidades, la patronal CEA instó a reactivar el consumo y a poner en marcha medidas para mantener la actividad de las empresas, y los sindicatos cuestionaron que las rentas medias soporten el alza fiscal.

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