La subida del IVA a partir del 1 de julio, que provocó un deterioro del consumo de los hogares, hizo que la economía española se estancase en el tercer trimestre, según el Banco de España, que señala, no obstante, que este parón ha sido transitorio y augura una vuelta a una "suave" recuperación en los próximos trimestres.
Pese al nulo avance entre julio y septiembre, el Producto Interior Bruto (PIB) del país volvió a registrar un crecimiento interanual positivo, del 0,2%, algo que no ocurría desde hacía dos años.
El boletín económico del Banco de España confirmó los temores de que la subida del IVA ha afectado al consumo y, en consecuencia, al conjunto de la actividad como también lo ha hecho la retirada de las ayudas a la compra de coches, puesto que el gasto de los bienes duraderos tiene un peso muy importante en el cómputo del consumo de las familias y también en la inversión y la actividad empresarial.
Al deterioro del consumo se une que las empresas siguen sin invertir, afectadas aún por sus deudas, la incertidumbre sobre la recuperación económica y el crédito restringido.
Una inversión que, en el caso del sector residencial, ha moderado su caída gracias a la mayor demanda de viviendas de este periodo, a pocos meses de que desaparezcan los beneficios fiscales a la compra de una casa.
El deterioro del consumo y de la inversión podrían haber llevado a la economía a una nueva recaída de no haber sido por la mejora del sector exterior, en un trimestre en el que repuntaron las exportaciones gracias al empuje de las economías emergentes y a la recuperación en el área del euro.
El organismo que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñez es optimista para el futuro próximo, al considerar que el gasto de los hogares volverá a mejorar en los próximos trimestres dentro del margen "limitado" que todavía tienen en este momento de la crisis.
En cualquier caso, sí que advierte de que el crecimiento económico aún no va a tener la intensidad necesaria como para crear empleo.
Para que eso ocurra, insiste en que el sector exterior tiene que seguir siendo fuerte, el privado tiene que ser más dinámico y debe mejorar sus finanzas, y las reformas estructurales "ambiciosas" tienen que propiciar un aumento de la confianza.
Por otro lado, el organismo supervisor augura el cumplimiento de los objetivos de déficit en 2010, "al menos en lo que compete al Estado", gracias a la fortaleza de los ingresos y a la "incipiente" reducción del gasto público, que espera que sea mayor en lo que queda de año.
Para poder cumplir con los objetivos de déficit en 2011, insiste en que debe haber un control riguroso del gasto de todas las administraciones públicas para evitar desviaciones que, de producirse, requerirán medidas adicionales de ajuste.
El boletín del Banco de España también hace un análisis del efecto que la subida del IVA ha tenido sobre la inflación, y concluye que entre julio y septiembre dicho incremento impositivo supuso la subida de entre cuatro y seis décimas en el índice de los precios.
Para los próximos meses, el supervisor espera que el efecto sea menor y la inflación subyacente -que excluye la energía y los alimentos frescos- vuelva a registrar los bajos niveles que tenía antes de la subida del IVA, y además confía en que las cláusulas de salvaguarda salarial desaparezcan de la negociación colectiva para evitar nuevos efectos en los precios de consumo.
Sobre los salarios, el Banco de España también espera que su aumento se contenga algo más de aquí a que acabe el año, debido a que la reforma laboral permite a las empresas con problemas no aplicar las subidas acordadas.
El supervisor atisba, por otra parte, una mejora en la confianza de los inversores internacionales en España tras la crisis de deuda, que atribuye a los "efectos positivos" de las medidas de consolidación fiscal y las reformas impulsadas por el Gobierno, así como a los avances en la reestructuración del sistema financiero.
Sin embargo, advierte de que el tipo de interés que la banca aplica en los créditos se podría elevar, afectado por las mayores exigencias de rentabilidad por parte de los inversores que están dispuestos a comprar títulos de deuda emitidos por agentes públicos y privados españoles.
Reacción. El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró ayer que las cifras publicadas por el Banco de España sobre el tercer trimestre confirman las estimaciones del Ejecutivo para el cierre del año. "Las previsiones del Gobierno se están cumpliendo", señaló en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde recordó que muchos organismos habían vaticinado una recaída del PIB en el tercer trimestre. "Que nadie se lo tome a mal, pero no han dado ni una", añadió.