La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir empieza hoy las obras para sustituir la maleza de la ribera de la Isla de la Cartuja por un paseo fluvial de cuatro kilómetros, de Puerta Triana al Alamillo. El tramo del Jardín Botánico será una pasarela flotante que rodeará el recinto sobre el río. Las obras durarán 12 meses.
Desde Torneo, la ribera del río que rodea la Isla de la Cartuja se ve frondosa, asilvestrada y descuidada. La maleza lleva 16 años creciendo y lo que un día fue la Expo 92 se ha convertido en una especie de ciudad desierta. Dentro de un año, según la previsión del Gobierno central, la perspectiva desde Torneo será muy distinta. Las obras para la reforestación y protección de los cauces del río arrancan hoy con el propósito de convertir la margen derecha del río en un paseo fluvial que atraviese ocho parques desde el puente del Patrocinio, en Triana, y el Parque del Alamillo. Cuatro kilómetros de zonas verdes que se conviertan en un balcón botánico a orillas del Guadalquivir.
El proyecto prevé reforestar 140.000 metros cuadrados de forma continua, entre el Paseo de la O y el Alamillo. Habrá una ruta peatonal y para bicis que atraviese los ocho parques: el jardín Puerta Triana, en el entorno del Pabellón de la Navegación; el jardín de la orilla del Monasterio de la Cartuja; el Jardín Americano; el del Auditorio; los jardines del Guadalquivir; los pies de la pasarela de la Barqueta; el entorno del Teatro Central y el Jardín del Centro de Alto Rendimiento (CAR).
Dentro de este ambicioso plan hay una deuda pendiente: la recuperación del Jardín Americano, que se inauguró en la Expo del 92 con 615 especies botánicas, de las que apenas quedan 40, que son las que han sobrevivido por sí mismas al abandono de las administraciones públicas, al pillaje y a los mendigos que hicieron del invernadero su hogar.
Abierto al público.
El Jardín Americano volverá a replantarse y a abrirse al público. Además, será sede de la Fundación Naturalia XXI y un centro de educación ambiental que recibirá visitas escolares organizadas. Para preservar las nuevas especies que se transplanten y, dado que tendrá condición de museo, se construirá una pasarela de madera sobre el agua que atraviese y rodee los 300 metros del parque uniendo el jardín del Monasterio con el del Auditorio. "La pasarela flotante tendrá espacio para las bicis.
Queremos que el recorrido sea continuo entre Triana y el Alamillo y que no se interrumpa a la altura del Jardín Americano", explicó ayer Juan Saura, director técnico de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). La conservación del jardín se hará mediante el mantenimiento del sistema de parterres. Se rehabilitará la estructura de madera del invernadero y la rampa Naturalia por la que se accede al jardín desde el Camino de los Descubrimientos.
El gasto.
El proyecto costará 8,5 millones de euros, el 75% dependen de la CHG y el 25% del Ayuntamiento. Una vez concluida la reforestación, el mantenimiento corresponderá al Consistorio. Este plan es uno de los trece proyectos del convenio que mantiene el Gobierno local y la CHG para reintegrar el Guadalquivir a la ciudad, con una inversión estimada de 200 millones de euros. "Cuando todos los parques se acometan, Sevilla habrá duplicado su superficie de zonas verdes y tendrá la mayor renta verde per cápita de España", dijo ayer Eva Bueno, concejal de Parques y Jardines. La delegada de Medio Ambiente, Encarnación Martínez, leyó: "Por cabezonería del área de Medio Ambiente, se va a recuperar el legado de la Expo 92". Quince años después.
