El fundador de la ONG española Global Infantil, Gil Lossada, denunciado por dos ex cooperantes de la organización por presuntos malos tratos a menores, abusos sexuales e intrusismo médico en su centro de acogida de Adis Abeba, ha rechazado las acusaciones tildándolas de "críticas absurdas".
"A menudo no hay que responder a las ofensas en voz alta", dijo Gil Lossada a Efe, mientras miraba con orgullo el centro que ha construido con la ayuda de voluntarios y los propios niños a las afueras de la capital etíope.
La ONG catalana acoge en el centro a 152 menores, recogidos de las calles o de familias que los han dejado allí como última esperanza de proporcionar a sus hijos un futuro digno.
"Hay que seguir, en silencio, trabajando y con los niños como única preocupación. Estamos construyendo un edificio de tres plantas donde se impartirán clases de electricidad, mecánica, fontanería y construcción", explica Lossada, un gallego asentado en Barcelona, donde ha sido profesor de Formación Profesional durante doce años.
Esta es la primera vez que recibe en Adis Abeba a un medio de comunicación desde que la Audiencia Nacional admitiera a trámite una querella criminal que interpusieron los cooperantes Tomás Jover y Patricia García, que le acusaron de abusar de niños física, psicológica y sexualmente, así como de intrusismo médico.
La fundación lleva cinco años trabajando en Etiopia y 80 voluntarios han pasado por el centro.
Respecto a la demanda presentada por Jover y García, Lossada responde: "Tomás es un pedagogo y sus métodos, que pueden ser muy válidos en Europa, chocaron con los del centro, que son acordes con los métodos de enseñanza etíopes. Los niños del centro son los mejores de cada clase en el colegio, eso habla por sí solo".
Los cooperantes, que estuvieron tres semanas en el centro, quedaron sorprendidos al ver que a los niños se les tiraba de las orejas y se les ponía de rodillas, como forma de castigo.
"Tomás -añadió Gil- me dijo un día que si Jesús estuviera aquí no pondría a los niños de rodillas y que hay que tratar a los niños con más amor. Yo no soy Jesús y no hago milagros, pero aquí los niños no sólo reciben amor sino también una formación y directrices".
Explicó que "los niños tienen profesores etíopes y se les enseña a amar su tierra, su cultura. Se les tira de las orejas y se les pone de rodillas, sí. Pero aquí no se denigra a nadie".
Afirma también que Jover le propuso invertir en Global Infantil, a lo que él se negó y que el cooperante le advirtió entonces: "voy a destruir tu proyecto".
Según Gil Lossada, al día siguiente; mientras él estaba en el aeropuerto, Jover y García tomaron fotos montadas, poniendo a varios niños descalzos cargando bloques de cemento de un sitio a otro y a otros cinco en su habitación.
"El centro da trabajo a 30 personas, brinda ayuda externa a cien familias y reparte entre los pobres en Adis Abeba más de 200 bocadillos cada fin de semana. Además se asisten a más de 200 personas diariamente en nuestra clínica. No podemos perder tiempo con críticas absurdas", afirma.
Efe vio a niños de la fundación jugando ordenadamente de camino a las clases, donde profesores etíopes les dictan, entre otras materias, inglés y arte. Muchos de los menores provienen de la calle, con historias de abandono, violencia y marginación a sus espaldas.
"Cuando llegan al centro encuentran que tienen que ser disciplinados, limpios, estudiosos y vivir en comunidad; es un cambio drástico, por eso algunos de ellos se van. No tenemos cerrojos, esto no es una cárcel sino su casa. Cuando vuelven, son bienvenidos nuevamente", dijo Gil Lossada.
El director de Global Infantil explicó que si bien la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) envió a las oficinas de la ONG en Barcelona un correo electrónico informándole de la denuncia de los ex cooperantes, él aún no ha recibido ninguna notificación oficial de la Justicia española.
AECI, que ya ha abierto un expediente a la ONG e interrumpido su asistencia financiera, ha solicitado la sustitución provisional de Gil Lossada mientras dure la investigación de las presuntas irregularidades y abusos denunciados.
"La AECI proporcionó primero 20.000 y más adelante 120.000 ? a Global Infantil y nosotros, a principios de septiembre, devolvimos todo el dinero, hasta que los hechos se aclaren, como acto de buena fe", acotó Gil Lossada.
En la página de internet de Global Infantil (www.globalinfantil.com) se puede leer una afirmación tajante: "Global Infantil devuelve 140.000 euros a la AECI Agencia Española de Cooperación Internacional- Ni queremos ni necesitamos su dinero".
Gil Lossada añadió que aunque Global Infantil ha sido la organización más visitada en los últimos años en Etiopía por autoridades españolas, no le extraña este cambio de actitud.
"Nuestro centro -dice- es el único que trabaja con menores y se niega a realizar adopciones. No nos oponemos a las adopciones, pero estamos en contra de negociar con ellas. No somos muy bien vistos porque hacemos las cosas a nuestra manera pero estamos siempre abiertos a todos, ya sean medios de comunicación u otras organizaciones. No tenemos nada que esconder".
La doctora Montserrat Delgado de la Paz, funcionaria de la seguridad social en Barcelona y encargada de los informes anuales correspondientes a las actividades de la clínica de Global Infantil, dijo por su parte a Efe que no entiende "las acusaciones de intrusismo médico hechas por personas sin conocimientos sanitarios".
"Hablar de temas como el de los antirretrovirales en Etiopía es no conocer la realidad del país ni saber las repercusiones que podría conllevar este uso a miles de personas", afirmó.
Uno de los casos más graves que han denunciado Jover y García se refiere a una menor de cuatro años llamada Teca que falleció el pasado 27 de julio después de que, según su relato, Gil Lossada se negara a proporcionarle el tratamiento para combatir el sida.
Gil Lossada agregó que esperará hasta recibir la acusación formal para dar más detalles sobre los asuntos referidos en la denuncia.
Sobre el caso de Teca, adelantó la existencia de una carta del padre de la niña, "que saldrá a la luz cuando llegue su momento", y en la que el hombre agradece al centro y a su fundador los esfuerzos hechos y el trato dado a su hija.
Confiado en que todo se aclarará Lossada aseguró que "los niños no son marionetas de los ferengi (nombre con el que los etíopes llaman a los extranjeros) y el dinero no les da a éstos ni el derecho de pernada ni la patente de corso".
