Ante la demanda de Mariano Rajoy y de la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, de que en el PP de Valencia se actúe con contundencia y con la firmeza que exige el estar en el punto de mira por la presunta vinculación en la trama Gürtel de algunos de sus líderes, como su secretario y portavoz en las Cortes Valencianas, Ricardo Costa, el partido se limitó ayer a representar que están unidos como una piña y poco más.
Costa, antes de comenzar el pleno del debate de Política General en las Cortes valencianas explicó que la contundencia que exige Génova se ha plasmado en presentar su contabilidad ante el Tribunal de Cuentas, ordenar una auditoría externa, presentar una denuncia por el informe policial que apunta una presunta financiación irregular del partido y solicitar una comisión de investigación de las cuentas del PP y de los socialistas en las Cortes.
Costa también negó las informaciones que apuntaban a que había reclamado la dimisión del vicepresidente primero y consejero de Industria, Vicente Rambla. De hecho, al entrar en las Cortes se fundió con él en un fuerte abrazo. Después hubo aplausos para Camps.
Ya en el debate del estado de la comunidad, el portavoz socialista, Ángel Luna, dijo que esta trama ha bloqueado el funcionamiento de las instituciones públicas y acusó al presidente, Francisco Camps, de no tener entre sus preocupaciones "reales" a los ciudadanos. Además culpó a Camps de ser el "máximo responsable de esta situación", porque autorizó la contratación de Orange Market "en todas las consejerías", y porque "mintió en sede parlamentaria" al negar que conocía al director de esta empresa, Álvaro Pérez, el Bigotes. Por ello, pidió la dimisión de Camps y que se convoquen elecciones.
Por su parte, el presidente de la Generalitat fue tajante: "El Tribunal Superior de Justicia archivó el caso y el PP arrasó en las elecciones europeas", por lo que, "pese a su enfado, ni los jueces ni los ciudadanos han dado la ra-zón" a los socialistas. Y para zanjar el debate aseguró que cuenta con el apoyo de la dirección de su partido, que ve en el PP de Valencia "una fuente de buenas prácticas y de buen gobierno".
71 imputados. Poco después, la parte del caso Gürtel que se investiga en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) cuenta con 71 imputados, entre ellos la mujer del senador del PP y ex tesorero, Luis Bárcenas -que también está siendo investigado por el Supremo-, Rosalía Iglesias, a la que se encontró en su cuenta un millón de euros, cuando presuntamente no trabaja. Así lo revela el auto notificado ayer por el magistrado del TSJM Antonio Pedreira, en el que acuerda levantar parcialmente el secreto de la causa y cita a las partes personadas en la misma para darles traslado la semana que viene de los aproximadamente 17.000 folios a los que tendrán acceso. En la lista de imputados, además de Iglesias, figuran los responsables del entramado empresarial investigado, como Francisco Correa, Pablo Crespo y Antoine Sánchez, así como Álvaro Pérez, y el sastre José Tomás García, que confeccionó varios trajes para Camps.
A estos se une una larga lista de miembros del PP como los diputados autonómicos Alberto López Viejo, Alfonso Bosch y Benjamín Martín Vasco, así como los ex alcaldes de este partido de las localidades madrileñas de Arganda del Rey Ginés López, Pozuelo de Alarcón Jesús Sepúlveda, Majadahonda Guillermo Ortega y Boadilla del Monte Arturo González Panero.
Por este motivo, el portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, exigió a Rajoy que depure responsabilidades, ya que de no ser así estará "condicionando su futuro y su posición política". Por este asunto habló la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, quien se mostró encantada porque se haya levantado parte del secreto del sumario, e indicó que a lo mejor toma "alguna decisión".
