El juez cierra un prostíbulo tras enviar a prisión a sus dueños por drogar clientes

El Club de Alterne El Rey 2000 fue clausurado el sábado por orden judicial tras una operación en la que se desarticuló una red de explotación sexual y que robaba a quienes acudían al local.

el 10 jul 2014 / 12:00 h.

rey 2000Un juez de Instrucción de Sevilla ha dado orden de que un conocido club de alterne de Castilleja de la Cuesta sea precintado, después de que su dueño y dos personas más hayan ingresado en prisión acusados no solo de explotar sexualmente a mujeres, sino también de drogar a clientes para luego robarles las tarjetas de créditos y hacer cargos a su nombre. El local está cerrado desde el pasado fin de semana. El caso está bajo secreto de sumario. Fuentes de la investigación confirmaron que el juez dio la orden del cierre a finales de la semana pasada, después de que así se lo solicitara la Policía Nacional, que acudió al establecimiento el pasado fin de semana para precintarlo. Como ya adelantó este periódico, los agentes de la Unidad de Extranjería llevaron a cabo una redada en este club el pasado 16 de junio. Entonces, fueron detenidas seis personas, entre las que se encontraban los propietarios del local, el encargado, la madame, y los camareros. Todos ellos fueron puestos a disposición del juez que lleva el caso, quien ordenó el ingreso en prisión de los propietarios y la madame. En la operación también fueron liberadas una veintena de chicas, todas ellas extranjeras, que estaban siendo explotadas sexualmente tras ser captadas en sus países de orígenes, aprovechando su situación de precariedad para obligarlas a prostituirse. Sin embargo, pese a que la investigación policial comenzó tras una alerta de que en el local se podía estar explotando a mujeres, los agentes pudieron averiguar que la organización también estaba estafando a sus clientes, a quienes hacían perder el conocimiento con una droga que le suministraban para luego robarles sin que se dieran cuenta. Ninguno de los afectados había presentado denuncia para preservar su intimidad, pese a que les llegaron a sustraer cantidades que iban desde los 500 hasta los 2.000 euros. La Policía descubrió que el club funcionaba como una auténtica organización al frente de la cual estaba el propietario del negocio, que era el encargado de supervisar las tareas del resto de miembros de la trama. Así, mientras la madame, según las fuentes, se encargaba de suministrar las drogas a los clientes, los camareros y las chicas eran las que les sustraían temporalmente las tarjetas para hacerles cargos en el datófono del local. En el registro del negocio, los policías localizaron pequeñas cantidades de droga, que era la utilizada para neutralizar a los clientes. Las chicas estaban recluidas en pequeñas habitaciones y solían tener contacto principalmente con la madame. La investigación sigue abierta en sede judicial, después de que la Policía ya da por desmantelada la organización. De momento, las tres personas enviadas a prisión, continúan privadas de libertad, mientras el juzgado mantiene las actuaciones bajo secreto de sumario, según fuentes judiciales. Se da la circunstancia de que este club saltó a la actualidad por ser el lugar en el que se originó la discusión que luego acabaría en agresión a un joven por un parte de un grupo de chicos, entre los que se encontraba el hijo del extorero José Ortega Cano, José Fernando Ortega Mohedano. Los hechos ocurrieron el pasado mes de noviembre, cuando José Fernando junto con sus amigos agredieron a un joven, al que luego robaron su vehículo. El turismo apareció días después completamente calcinado junto a la carretera que lleva hasta Almadén de la Plata. Unos hechos por los que el hijo del extorero estuvo cuatro meses de prisión, hasta que tras el juicio pudo abandonar la prisión al solicitar para él penas inferiores a dos años al haber indemnizado a la víctima. El joven fue condenado finalmente a un año y nueve meses de prisión.

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