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El juez cree que Miguel violó y mató a Marta por no besarle

El juzgado ha cerrado la instrucción para que un jurado enjuicie a los acusados

el 12 abr 2010 / 20:31 h.

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Los cuatro adultos acusados por el crimen de Marta del Castillo se sentarán en el banquillo ante un jurado popular al existir "indicios objetivos sólidos" de su participación en los hechos. Así, lo expone el titular del Juzgado de Instrucción número 4, Francisco de Asís Molina, en el auto de apertura de juicio oral con el que da por cerrada definitivamente la investigación. Según el magistrado, el crimen se desencadenó cuando Marta se negó a besar a Miguel Carcaño, el asesino confeso, tras lo que se sucedió una cadena de acontecimientos en la que los cinco imputados -incluido el menor, conocido como El Cuco- llegaron a coincidir en el piso de León XIII para deshacerse del cuerpo de la joven en un lugar "que aún hoy se ignora".

El relato que realiza el magistrado, quien mantiene las imputaciones de asesinato y doble violación contra Carcaño, comienza a las 17.30 horas del 24 de enero cuando Miguel recogió a Marta en su casa de la calle Argantonio. De allí, y tras entregar unos apuntes a una amiga de ella, se fueron a la barrida de Santa María de Ordas, donde "quedaron con el menor en verse posteriormente" en el piso de León XIII, marchándose a Triana para ver a un amigo de Marta.


Sobre las 20.05 horas llegaron a la vivienda, donde se encontraba el hermano de Miguel, Javier Delgado, al que el joven "le informó que venía acompañado de Marta". Javier se marchó y llegó el menor. Los dos varones, según el juez, consumieron "algunos combinados de ron y cigarrillos de hachís". Marta esta sentada en el sofá entre los dos jóvenes, cuando Miguel intentó darle "un beso". La joven le rechazó "apartando la cara", lo que hizo que él se levantara del sofá "despechado". Ella le pidió que "no se enfadara", pero Miguel, "encolerizado", le asestó "un primer puñetazo en la cara que fue seguido por otros tantos golpes y puñetazos" tanto de él como de El Cuco. Entre los dos la llevaron al dormitorio de Carcaño, donde la tumbaron por la fuerza en la cama y la violaron, amenazándola con una navaja, que apareció en una alcantarilla de León XIII.


Luego le ataron las manos a la espalda y con un "cable eléctrico" la asfixiaron, tras lo que se cercioraron de su muerte "utilizando un tensiómetro muñequera", en el que se ha encontrado ADN de Marta y de Miguel.


Los dos jóvenes llamaron a su amigo Samuel Benítez para que les ayudara a deshacerse del cuerpo. El joven "quedó con el menor en el domicilio de éste", para coger el coche de su madre y al volver al piso se encontraron con que Miguel y Javier "preparaban en el salón el cuerpo de Marta". Según el juez, Javier "visiblemente nervioso" amenazó al menor con que si lo contaba "iba a pasar algo muy grave a su familia". Carcaño sacó la silla de ruedas y "Samuel y el menor cogieron el cuerpo" para, ya en la calle, "colocarlo transversalmente en los reposabrazos de la silla y desplazarlo hasta el vehículo", no sin antes limpiar "concienzudamente las huellas".


Aunque el juez reconoce que no se puede fijar la hora exacta de la muerte, sí cree el cuerpo salió de León XIII "pasadas con suficiencia" las dos de la mañana, según el testimonio ofrecido por dos testigos. Por eso, el magistrado cree que ya entrada la madrugada coincidieron en el piso los tres jóvenes, el hermano de Miguel y su novia, María García, quien "ajena a lo que acontecía, se había personado en la vivienda con la intención de estudiar". El juez señala que tanto Miguel, Samuel y El Cuco no tienen coartada a partir de la 1.37 horas, al no estar posicionados por las llamadas a su móvil.


El magistrado, al igual que las acusaciones, ha tomado la tercera versión de los hechos que ofreció Miguel, que es por la que le pueden caer más años de prisión. El joven podría ser condenado a de 52 años y cinco meses (aunque sólo cumpliría 30 años) de prisión por un delito de asesinato, dos de violación, uno contra la integridad moral y otro de profanación de cadáver. El mínimo que le pueden imponer son los tres años que pide su abogada por homicidio imprudente. Para el resto las penas pueden oscilar desde los tres años de cárcel hasta los ocho, por encubrimiento, por un delito contra la integridad moral y otro de profanación de cadáver.


Las partes tendrán que comparecer en 15 días ante el tribunal que se encargará del juicio.

La magistrada Dolores Sánchez presidirá el jurado

La magistrada de la Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Provincia de Sevilla Dolores Sánchez García será la encargada de presidir el jurado que enjuiciará a los cuatro adultos imputados en el crimen de Marta del Castillo.

El caso fue remitido ayer mismo, tras ser notificado el auto de apertura oral a las partes, a la Oficina del Jurado para que se procediera al reparto del mismo entre los 16 magistrados destinados al área de lo Penal en la Audiencia. Hoy los funcionarios se afanaban en hacer hueco en los archivos para poder guardar los 25 tomos y todas las pruebas, entre ellas la silla de ruedas, en las estanterías.

La magistrada, que recaló en la Audiencia hace casi dos años tras haber estado al frente del Juzgado de Instrucción número 18 durante diez años, será la encargada de dirigir al jurado y el juicio. Una vez que el jurado emita el veredicto, ella será la que tenga que dictar la sentencia y determinar las posibles condenas en función de las peticiones de las acusaciones.

 

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