"Ha sido un jarro de agua fría" para la familia de Marta del Castillo. Javier Delgado, el hermano del principal implicado en el crimen, abandonó en la tarde de ayer la prisión después de que el magistrado le dejara en libertad provisional porque tuvo un "rol de menor entidad" en los hechos. Además, ha denegado a la Policía que le vuelva a pinchar el móvil.
El hermano de Miguel Carcaño salió ayer en libertad después de pasar los últimos tres meses en la prisión de Sevilla. Una salida que los investigadores del caso conocían y que hizo que reclamaran al juez poder pincharle de nuevo el teléfono por si de las conversaciones que tuviera a partir de ahora se aportasen datos relevantes para la investigación. Sin embargo, el magistrado ha denegado la práctica de nuevas escuchas, según fuentes del caso.
Mientras, en el número 3 de la calle Argantonio se recibía ayer la noticia de la excarcelación de Francisco Javier Delgado, el hermano del principal imputado en el crimen de Marta del Castillo, como "un jarro de agua fría". La familia de la joven mostró su "sorpresa" y "malestar" por la decisión del Juzgado de Instrucción número 4, que permitía salir a Javier.
El padre de Marta, Antonio del Castillo, llegó a decir que "cuando nos demos cuenta va a ser Marta la que tenga la culpa de todo y a la que se le imputen las cosas". Su asombro era patente porque "es una decisión que no te explicas. ¿Cómo hace tres meses era culpable y hoy en día es casi inocente?", señaló. Para la familia de Marta, Javier es "el cerebro del crimen", apuntó el abuelo de la joven, José Antonio Casanueva, que matizó que "algo tendrá el juez cuando lo ha puesto en libertad".
El auto de libertad lo dictó ayer de oficio el magistrado Francisco de Asís Molina. Ni el Ministerio Fiscal ni la defensa de Javier lo habían solicitado, aunque su letrado ya estaba preparando un segundo recurso después de que tanto el juzgado como la Audiencia le denegaran el anterior. El juez señala ahora que "si bien es cierto que persisten los indicios de criminalidad" contra Javier, también "lo es que la valoración de la idoneidad de la medida de prisión preventiva ha de ser distinta con el avance de la instrucción".
Tras tres meses y un día en prisión -Javier ingresó en la cárcel el 19 de febrero- y de una intensa investigación policial y judicial, el magistrado considera que "la posición del imputado no fue predominante en los hechos", sino que "habría desempeñado un rol de menor entidad" que el resto de imputados que permanecen en prisión, aunque puntualiza que "en el escenario que hasta ahora conocemos" del crimen.
La implicación, según relató el juez en el auto de prisión del 19 de febrero, consistió en quedarse "solo" en el piso de León XIII "limpiando restos y huellas". Además, según el magistrado, Javier estaba delante cuando "Miguel terminaba de ocultar el cuerpo en una manta o similar", tras lo que "amenazó" al El Cuco, el único que le situó en la escena del crimen, y a cuyo testimonio se le dio "gran credibilidad", aunque después se retractó.
En el auto de ayer, el magistrado también explica su decisión inicial de ingresarlo en prisión: "para evitar el riesgo de fuga y la obstaculización de la instrucción", es decir, ante el peligro de que Javier "alterara, manipulara u ocultara fuentes de prueba". Sin embargo, el avance de la investigación ha hecho que todas estas pruebas se aseguren, a falta de "aspectos fácticos no resueltos o revestidos de incertidumbre" como es el hecho de que el "cuerpo de la víctima no haya sido encontrado".
Con este documento en la mano, Javier abandonaba la prisión a las 17.25 horas con la cara tapada y sin hacer declaraciones. Ahora tendrá que comparecer todos los lunes en el juzgado, ya que sigue estando imputado por asesinato, homicidio y detención ilegal, los mismos delitos que el fiscal solicitó para Miguel y Samuel.
Javier mantiene que es inocente y hasta solicitó la prueba del polígrafo, que le fue denegada. Recientemente, envió una carta a los medios en la que asegura que desconocía el crimen y decía que su hermano le engañó.
La «extraña sensación» de recuperar la libertad
Javier recibía la noticia ayer por la mañana. Su abogado le llamaba a la prisión de Sevilla para anunciarle que la de hoy sería la primera noche que pasaría en libertad tras tres meses encarcelado. Según contó su abogado, el hermano de Miguel Carcaño "no se lo creía", ya que le habían denegado ya la libertad en dos ocasiones.
Sobre las 17.00 horas su letrado llegaba a la prisión de Sevilla, donde ya le aguardaban decenas de periodistas esperando captar la imagen del día. Minutos después, sobre las 17.25 horas Javier Delgado salía de la cárcel, entre algunos insultos, con una "extraña sensación": la de recuperar de nuevo la libertad. Llevaba la cara tapada -lo ha hecho en todas sus comparecencias judiciales- y no hizo ninguna declaración.
Ahora, espera poder recuperar "poco a poco" su vida normal, aunque aún aguardará algunos días antes de volver a ver a los suyos, entre ellos su hija.
El hermano de Miguel Carcaño también tiene asuntos que arreglar, como su despido. La empresa de seguridad en la que trabajaba le despidió después de su detención y él la ha demandado. El juicio se celebrará el próximo julio en un juzgado de lo Social.
Sin empleo y con la presión de la sociedad por la sensibilidad con este caso, tendrá que aprender a vivir a partir de hoy hasta la resolución del proceso judicial.