Un juez de Violencia sobre la Mujer ha deducido testimonio por un delito de denuncia falsa contra la mujer cuyas denuncias por maltrato costaron a su ex compañero 11 meses de cárcel por unas agresiones que luego se demostró que la denunciante se hizo a sí misma.
El juez ha acordado presentar de oficio una denuncia contra Raquel Valle una vez que la Audiencia de Sevilla ha archivado definitivamente la causa contra su ex marido José Antonio Santos, de 39 años, según han informado a Efe fuentes del caso.
El delito de denuncia falsa, si se acusa de un delito grave como en este caso, puede acarrear una condena de seis meses a dos años de cárcel, además de una multa.
El denunciado pasó 11 meses encarcelado por ocho denuncias falsas de maltrato que no pudo cometer, y que se referían a lesiones que la denunciante se causó a sí misma, por lo que la Sección Cuarta de la Audiencia, encargada de las cuestiones de violencia de género, lo archivó definitivamente hace unas semanas.
También levantó todas las órdenes de protección de la supuesta víctima y las medidas de alejamiento del denunciado.
Entre diciembre de 2005 y abril de 2008 la mujer presentó ocho denuncias por agresiones y acudió a numerosos programas de televisión para afirmar, entre lágrimas, que es madre de dos hijos pequeños y que no sabía "cómo pedir protección para no ser la próxima en la lista" de mujeres asesinadas por su pareja.
El denunciado pasó 11 meses en prisión preventiva por supuestas lesiones a su ex pareja que, según la Audiencia, eran cortes superficiales que por su localización y forma parecen fruto de "un origen voluntario, no exento de cierto cuidado, y no de un violento y descontrolado" ataque.
El abogado del denunciado, Fernando Retamar, ya tenía redactada la denuncia contra ella pero el juez de Violencia sobre la Mujer se adelantó al remitirla, de oficio, al juzgado de guardia.
José Antonio, por su parte, explicó el mes pasado a El Correo que aunque satisfecho con el archivo del caso, continúa asustado porque no se fía de su ex mujer y de que pueda tratar de arremeter de nuevo contra él: "No me fío de ella, no creo que se vaya a quedar quieta, la conozco y sé que algo estará maquinando", lamentaba el hombre, que quiso denunciar que en este caso su ex mujer había "abusado de la ley" de violencia, quebrando espíritu de protección a las víctimas.
La Audiencia destacó que ninguna agresión tuvo testigos y que un médico que atendió a Raquel no se creyó que se hubiese desmayado durante dos horas y media por un traumatismo craneoencefálico que ni siquiera era apreciable. Los supuestos navajazos eran "heridas incisas muy superficiales", y no respondían a las típicas de evitar una agresión.
José Antonio presentó testigos "sólidos" que estaban con él durante las supuestas agresiones, ya que desde que salió de prisión iba acompañado siempre "como eventual defensa ante las múltiples denuncias" de Raquel.