Ha sido una de las estafas más sonadas en los últimos años, sobre todo por el número de personas afectadas. Hace tres años y medio, una operación policial dirigida por la Audiencia Nacional puso en el punto de mira a las dos sociedades filatélicas de inversión Fórum Filatélico y Afinsa. Muchos de los que decidieron invertir en sellos siguen esperando una solución, aunque es un proceso lento.
Precisamente el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid ha acordado disolver y liquidar Afinsa, cuyos activos sólo cubren el 33% de las deudas, después de que la firma no haya logrado el apoyo de sus clientes al plan de viabilidad, que apenas recibió el voto favorable del 4,64% de las deudas.
En un auto publicado ayer, que se puede recurrir, el titular del Juzgado, Francisco Javier Vaquer, suspende no obstante la obligación que tienen los administradores concursales de presentarle un plan para vender los activos de la empresa y poder comenzar a pagar a los 190.666 clientes.
El juez mercantil justifica esa decisión por estar a la espera de recibir los informes de valoración de los sellos que se encargaron en el proceso penal que se sigue en la Audiencia Nacional contra los antiguos gestores de Afinsa, según explicó el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Valoración. De acuerdo con el informe definitivo de situación patrimonial, Afinsa sólo cuenta con activos valorados en 812,64 millones, ya que se ha otorgado a la filatelia un precio de 249 millones, diez veces menos que el estimado por los antiguos gestores, de acuerdo con catálogos internacionales. Frente a ello, la empresa de la que son propietarios Juan Antonio Cano Cuevas y Albertino de Figueiredo tiene unas obligaciones de pago por importe de 2.443,75 millones, lo que arroja un agujero patrimonial de 1.631 millones, de forma que los clientes recuperarán un máximo del 33% invertido.
Los antiguos gestores de Afinsa defendían que la liquidación era ruinosa para los clientes, por lo que propusieron un plan de pagos que prometía devolver el 50% de las inversiones en cinco años, convirtiendo a los ahorradores en accionistas y favoreciendo la continuidad de la empresa.
Sin embargo, las asociaciones mayoritarias de afectados -OCU, Adicae y la Federación de Plataformas Blancas- recomendaron a sus más de 100.000 asociados no apoyar la propuesta, ya que a su juicio no garantizaba la devolución de las inversiones.
Según el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid, emitieron un voto favorable y válido 3.322 acreedores, que representaban el 4,64% de las deudas, un porcentaje diez veces inferior al 50% que exige la Ley Concursal para la aprobación del plan de pagos y de viabilidad.
En cualquier caso, se recibieron otros 9.522 votos favorables, que suponían el 11,35% de las deudas, pero fueron declarados no válidos o nulos por defectos formales, ya que había irregularidades en los poderes dados a sus representantes o ante notario, o bien eran incorrectos los datos relativos a las deudas reclamadas.
La disolución de Afinsa supone el cese de los administradores sociales (Juan Antonio Cano Cuevas y Albertino de Figueiredo) y su sustitución por los concursales, que deberán liquidar los activos de la empresa.
Con esta medida, Afinsa sigue los pasos de Fórum Filatélico, que otro juez mercantil ordenó liquidar en julio de 2008, aunque el plan de venta de activos no fue aprobado hasta el pasado enero.
Los clientes que invirtieron en Fórum han cobrado hasta el momento un 10% de los ahorros depositados en la empresa, que no lograrán recuperar con la venta de activos, ya que el déficit es aún mayor que en Afinsa, según los cálculos de los administradores concursales, de los que discrepan los ex gestores.
190.666 son las personas que confiaron sus ahorros a la sociedad filatélica Afinsa, a través de la inversión en paquetes de sellos.
El 33% del dinero invertido es lo máximo que recuperarán los afectados por la estafa, y un mínimo del 25%.
812 millones. Es el precio en el que están tasados los activos de Afinsa, que tiene unas obligaciones de pago de 2.443,75 millones.
4,64%. Es el porcentaje de las deudas que apoyaron el plan de la firma, que quería convertir a los inversores en accionistas.