El juzgado de guardia de Sevilla decretó ayer prisión bajo fianza para Carmelo Peña, autor del lanzamiento de una botella de plástico casi llena de agua que golpeó a Armando y provocó la suspensión del encuentro Betis-Athletic Club. Se trata de un albañil de 40 años al que la vida le cambió el pasado sábado.
Los acontecimientos se han desarrollado con una enorme rapidez desde que Carmelo Peña Rodríguez tuviera la desafortunada idea de lanzar una botella de agua semillena y con el tapón puesto que hubo de impactar en todo el rostro de Armando.
Retenido por los aficionados que lo rodeaban y reducido por los servicios de seguridad del conjunto verdiblanco, el agresor fue puesto en manos de las fuerzas de seguridad del estado. Luego fue trasladado hasta las dependencias de la Jefatura Superior de Policía de Sevilla, donde pasó la noche en los calabozos.
Durante la mañana de ayer, el autor del lanzamiento fue puesto a disposición judicial como presunto autor de dos delitos de desórdenes públicos y lesiones. El juzgado de guardia decidió su ingreso en prisión bajo fianza de 3.000 euros.
El acusado no pagó los 3.000 euros que le hacían eludir la cárcel y a mediodía de ayer ingresó en la prisión Sevilla 2 en espera de poder pagar esa fianza para salir del recinto penitenciario. No cabe duda de que la identificación y detención del autor del lanzamiento han provocado que los movimientos se produjeran con una enorme rapidez, quizás también ayudados por la enorme trascendencia social de la cuestión.
Se está a la espera de que el pago de la fianza se pueda producir hoy para que el acusado salga de prisión, aunque si no se produce este desembolso es muy probable que pueda permanecer 48 horas ingresado en la cárcel y en espera de que se celebre el juicio. Hoy abren los bancos y la fianza debe quedar depositada.
Se trata del segundo incidente por el lanzamiento de una botella que provoca la suspensión de un partido en el Ruiz de Lopera en poco más de un año. Fue el 28 de febrero del año pasado cuando Juande recibió el impacto de una botella de coca cola que además se tradujo en la suspensión del derbi copero.
Por aquellos hechos, el Ministerio Público imputó al inculpado, A.C.R., un delito de desórdenes públicos y una falta de lesiones, reclamando un total de 4.680 euros en concepto de multa (a razón de 12 euros diarios durante 13 meses). Esta multa se interpone porque el lanzamiento de la botella provocó "una grave alteración del desarrollo del encuentro".
Del mismo modo, el fiscal solicita que A.C.R. no pueda acudir a espectáculos deportivos durante dos años y una indemnización de 360 euros para el entonces agredido, Juande Ramos. En ningún momento hubo ingreso en prisión por el botellazo del derbi de la pasada temporada.
A lo largo del día de ayer fueron trascendiendo muchos detalles acerca de cómo se sucedieron los acontecimientos. En primer lugar, se confirmó que no era abonado de la entidad y que acudió al encuentro ante el Athletic Club con el carnet de una vecina, argumentando también a la policía que lanzó la botella "porque estaba muy enfadado" con el desarrollo del encuentro.
Con 40 años, Carmelo Pérez es natural de Mairena del Aljarafe y aficionado del conjunto verdiblanco, como demuestra el hecho de que en su casa siempre ondeen banderas béticas y se luzcan escudos de la entidad heliopolitana. No está muy claro que el acusado estuviera bajo los efectos del alcohol, aunque algunos detalles, como el estado de sus pupilas, pudieron mostrar algún que otro trastorno etílico.
En principio, la ley prohibe que los aficionados acudan a un estadio con síntomas de embriaguez y deposita la responsabilidad en los clubes. Cabe destacar también que se está investigando el hecho de que la botella lanzada tuviera el tapón puesto, cuando existe la obligación de servir las botellas sin el tapón. El club ya ha reconocido que la botella fue expendida dentro del estadio y se presentará como acusación particular.
Lo que sí destacan los servicios de seguridad del estado es el buen comportamiento de la afición del Betis, que desde el primer momento se lanzó a detener e identificar al lanzador de la botella. Fue impresionante comprobar la colaboración de los hinchas béticos, que en todo momento colaboraron con los servicios de seguridad.
Detuvieron al lanzador, hasta el punto de que éste tuvo que ser protegido porque algunos aficionados, conscientes del enorme daño que le había infligido al Betis, se acercaron a él con aviesas intenciones. En estos momentos, todo el beticismo espera expectante lo que pueda ocurrir mañana martes, cuando el Comité de Competición tenga en sus manos el acta arbitral.
