El ambicioso proyecto náutico y turístico en Puerto Sherry, en el Puerto de Santa María, del que comenzó a hablarse en la década de los setenta podrá ser una realidad a corto plazo. El juzgado ha levantado la quiebra a la entidad Marina del Puerto, propiedad de Pedro Bores y Joaquín Rivero, que después de trece años volverá a gestionar estas instalaciones en unos terrenos que fueron concedidos por el Estado.
Ahora la Autoridad Portuaria deberá levantar el secuestro de este complejo deportivo, al que procedió en 2001, para evitar su cierre definitivo y mantener operativa parte de la actividad. Esta gestión ha posibilitado el mantenimiento de la plantilla y el crecimiento de los puntos de atraque. "Es el último paso judicial pero es el primero para lo que nos queda", señaló el presidente de la entidad portuaria, Rafael Barra, quien anunció ayer que encargará una auditoría que permita analizar sus seis años de gestión en Puerto Sherry.
El siguiente paso será el cumplimiento del convenio que firmó la Autoridad Portuaria y la empresa concesionaria en 2005. El acuerdo establece la liquidación de las deudas y el compromiso de finalizar el segundo hotel, construir un aparcamiento subterráneo y concluir el desarrollo del complejo deportivo.
Se le devolverá, de esta forma, la concesión que perdió en su momento y se le ampliará hasta el año 2032. Barra destacó la rentabilidad que ha supuesto este recinto turístico antes de que hayan finalizado las obras que contempla el proyecto. El alcalde de El Puerto, Enrique Moresco, aseguró que la nueva puesta en valor de Puerto Sherry va a suponer una importante inyección económica "para incrementar la calidad del turismo y eliminar la estacionalidad".
