El juez ha paralizado el ingreso en prisión de un padre condenado a dos años por un atropello mortal hasta que el Consejo de Ministros se pronuncie sobre el indulto que ha solicitado. Su principal temor es perder a su hija de ocho años, ya que tiene su custodia desde que se divorció.
De momento Manuel Carrión podrá respirar tranquilo durante algunos meses, ya que el Juzgado de lo Penal número 13 de Sevilla ha acordado paralizar su ingreso en prisión hasta que el Consejo de Ministros resuelva su solicitud de indulto. "Es la última opción que me queda antes del amparo al Tribunal Constitucional", aseguró.
Manuel fue condenado a dos años de prisión por un delito de homicidio imprudente por el atropello de un motorista, que falleció días después del accidente. Recurrió la sentencia y la Audiencia de Sevilla la confirmó. Pasó a solicitar la suspensión, pero no fue admitida porque tiene antecedentes penales: fue condenado a una multa por un delito contra la seguridad del tráfico por cometer una infracción y dar positivo en un control de alcoholemia, pero "nadie resultó herido", según explicaron fuentes del caso.
Además, se le retiró el permiso de conducir durante un año. Esto fue en 2002 y no debía delinquir en tres años, pero la noche del 28 de agosto de 2005 un giro indebido en la Ronda de Capuchinos provocó que chocara con una motocicleta que, según Manuel "se había saltado el semáforo en rojo", y cuyo conductor iba sin casco.
El joven fue ingresado en el hospital Macarena, después de que Manuel le dijera que "correría con toda la responsabilidad para que mi seguro le pagara los desperfectos de la moto", donde intentó "contactar con la familia varias veces", sin que obtuviera respuesta. Días después el joven fallecía como consecuencia del golpe, tras lo que la compañía aseguradora de la furgoneta de Manuel "indemnizó a la familia con más de 80.000 euros".
Lo que entonces no se esperaba es que fuera a ser denunciado por homicidio imprudente y que la Fiscalía pidiera para él dos años y medio de prisión y la familia del motorista cuatro años. La intención de Manuel "no es eludir la pena", sino que ésta le sea conmutada por una multa o por trabajos en beneficio de la comunidad. Hasta ahora, tanto el fiscal como la acusación particular se han opuesto tanto a la suspensión como a conmutar la condena. La decisión está ahora en manos de la Audiencia, donde ha recurrido Manuel, que además ha solicitado el indulto al Ministerio de Justicia. Su defensa alega que no hay reincidencia, "pues son delitos distintos y hechos puntuales, como incluso reconoce la Audiencia", y afirma que la cárcel "no es la mejor opción en este caso".
El mayor temor de Manuel es perder la custodia de su hija de ocho años. Ambos tienen que vivir con una pequeña pensión que le quedó tras un accidente y su madre, de 70 años, no puede hacerse cargo de ella.
