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El juicio contra el acusado del atropello de Paseo Colón comenzará finalmente el 23 de febrero

el 28 ene 2011 / 14:08 h.

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El Juzgado de lo Penal número 8 de Sevilla ha fijado finalmente  para los próximos días 23, 24 y 25 de febrero el juicio contra  Fernando Vargas, el conductor acusado de atropellar mortalmente el  pasado día 4 de abril de 2010 en el Paseo Colón de la capital  hispalense a dos jóvenes, concretamente a Patricia Alfaro, de 26 años  de edad y natural de Madrid, y a Almudena González, de 30 años y  vecina de Mairena del Aljarafe (Sevilla).  

En este sentido, fuentes del caso han informado a Europa Press de  que el inicio del juicio había sido fijado para este viernes día 28  de enero, pero la juez finalmente decidió suspenderlo y citó al  fiscal y a los abogados tanto de la acusación particular como de la  defensa a una reunión, celebrada esta mañana, en la que les ha  comunicado que la vista oral se celebrará finalmente durante los  próximos días 23, 24 y 25 de febrero, a partir de las 9,30 horas.  

Las mismas fuentes han precisado que, durante la reunión, se ha  debatido el recurso por el que la letrada que representa los  intereses de la familia de Patricia Alfaro solicitaba la suspensión  del juicio, ya que esta abogada ha anunciado que interpondrá un  recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional (TC) al entender  que el Juzgado de lo Penal debe "inhibirse" en favor de la Audiencia  Provincial, que es la "competente" para enjuiciar un caso en el que  pide para el acusado 36 años de prisión por dos delitos de homicidio  por dolo eventual, uno de lesiones, tres delitos contra la seguridad  vial, y un último delito de omisión del deber de socorro.

RECHAZADA LA SUSPENSION DEL JUICIO

No obstante, el representante del Ministerio Público y los  abogados tanto de Almudena González como de Fernando Vargas se han  opuesto a la suspensión del juicio, alegando "economía" procesal y  que la causa alegada "no es motivo de suspensión", tras todo lo cual  la juez ha desestimado el recurso y ha fijado el inicio de la vista  oral para el próximo día 23 de febrero, cuando está previsto que  declaren el acusado y alrededor de una docena de testigos.  

En principio, será ese día cuando se decida si comparece como  testigo el hijo del presidente del Sevilla Fútbol Club que viajaba  como copiloto, quien ha alegado que se encuentra en Londres y le es  imposible asistir. Por su parte, y según han precisado las fuentes  consultadas por Europa Press, los peritos comparecerán durante los  días 24 y 25 de febrero, también a partir de las 9,30 horas.  

En el acto del juicio oral, la Fiscalía pedirá para el procesado  nueve años y seis meses de cárcel y el pago de una indemnización de  96.869,86 euros, pues entiende que condujo "de forma despreocupada,  sin atender a las señales de tráfico y a una velocidad excesiva".  Así, solicita cinco años de prisión por los dos delitos de homicidio  imprudente en concurso con un delito contra la seguridad vial por  conducción temeraria; cuatro años de cárcel por un delito de omisión  del deber de socorro, y seis meses de prisión por un delito contra la  seguridad vial derivado de conducir sin tener en vigor el permiso de  conducir, mientras que solicita la absolución por un delito de hurto  uso de vehículo a motor.  

En su escrito de acusación, consultado por Europa Press, el fiscal  relata que sobre las 18,00 horas del día 3 de abril, y estando en  Cazalla de la Sierra, el acusado "se apoderó" de las llaves del coche  de su madre, "que le tenía expresamente prohibido conducir debido a  las numerosas infracciones cometidas por el acusado y que habían dado  lugar a la pérdida de vigencia del permiso de conducir, siendo  perfectamente conocida por el imputado esta circunstancia".  

En estas condiciones, añade la Fiscalía, el acusado se dirigió con  el coche hacia la capital hispalense, donde había quedado con unos  amigos para ir a ver un partido de fútbol al estadio del Sevilla  Fútbol Club, señalando que, "previamente y durante el partido, había  ingerido una cantidad indeterminada de alcohol que le mermaban los  reflejos y capacidades necesarios para conducir".  

BAJO LA INFLUENCIA DE BEBIDAS ALCOHOLICAS

Agrega que, una vez finalizado el partido "y encontrándose  claramente bajo la influencia de bebidas alcohólicas, condujo desde  el estadio en dirección a la estación de Plaza de Armas, haciéndolo  de forma despreocupada, sin atender a las señales de tráfico y a una  velocidad excesiva atendidas las circunstancias del tráfico, pues al  ser Semana Santa había una gran cantidad de peatones deambulando por  la zona". "Pese a todo esto y consciente de que no podría reaccionar  de forma adecuada si se planteara alguna incidencia, no adoptó  ninguna medida de preocupación", apostilla.

El fiscal añade que, sobre las 00,40 horas y cuando se acercaba  por el Paseo Colón a las inmediaciones de la Torre del Oro circulando  por el carril central, el acusado "observó que el semáforo más  próximo se encontraba en ámbar, por lo que lejos de aminorar la  velocidad para detenerse en él, aumentó considerablemente la misma  rebasando al vehículo que le precedía por la derecha para evitar  parar", al tiempo que indica que el procesado, "que no pretendía  parar en ningún semáforo, siguió circulando y acelerando para pasar  el siguiente, que se encuentra en rojo, y continúa su marcha sin  disminuir la velocidad para rebasar" el otro semáforo, también en  rojo, ubicado poco antes de la Torre del Oro.

Tras señalar que entre el ámbar del primer semáforo y el rojo del  tercero "sólo transcurren tres segundos", por lo que el imputado  "debía circular a una velocidad próxima a los 108 kilómetros por  hora", el fiscal agrega que "como quiera que, además de estar  notablemente influenciado por el alcohol, sólo pensaba en rebasar los  tres semáforos antes de que se le cruzara algún vehículo, no se  percata de que por el paso de cebra de la Torre del Oro están  cruzando tres mujeres".  

OMISION DEL DEBER DE SOCORRO

En ese momento, dos de ellas "reciben un golpe brutal del coche  del acusado, que lanza a Patricia Alfaro a 25,38 metros y a Almudena  González a 29,38 metros del lugar del impacto, salvando la vida" la  tercera de las peatones, y asegura que, "a pesar de que la vía es  ancha, recta, diáfana y con absoluta visibilidad, el acusado no  realizó ninguna maniobra evasiva ni frenó para evitar el atropello,  sino que después del tremendo golpe continuó circulando pese a que  tenía el cristal delantero cuarteado en la zona del conductor,  haciendo imposible ver la calzada". Añade que el acusado dio en la  prueba de alcoholemia un resultado positivo de 0,51 gramos por litro.  Las acusaciones particulares que ejercen las familias de Patricia  Alfaro y Almudena González piden para el procesado 36 años y 12 años  y seis meses de cárcel, respectivamente.  

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