El Jurado Internacional de regatas ha desestimado una petición conjunta de reparación presentada por los equipos de España e Italia por haberse rechazado la reclamación del Comité de Regatas contra Dinamarca, después de que estos hicieran la prueba por las medallas de la clase 49er. con un barco que no era el suyo.
La petición, que ya se sabía que no iba a ser aceptada por el Jurado, pues en el reglamento de la regata por las medallas se impide que los equipos soliciten reparación, algo que se pide cuando se considera que una decisión del propio Jurado les perjudica, tenía como objeto intentar que los jueces reabrieran el proceso y que reconsideraran su postura.
Sin embargo, el Jurado Internacional decidió desestimar la petición de reparación por no ajustarse al reglamento y rechazó cualquier reconsideración de su postura.
Iker Martínez y Xabier Fernández, integrantes del 49er. español, junto a Jordi Lamarca, jefe de reglamento del equipo y Gerardo Pombo, Presidente de la Real Federación Española de Vela, han viajado en Pekín para estudiar, junto al Comité Olímpico Español y su asesoría jurídica, los siguientes pasos legales que van a emprender para que se repare lo que todos consideran como una gran injusticia.
Minutos antes de que se diera la salida de la regata por las medallas de la clase 49er., prueba que iba a decidir el podio de la clase, el equipo danés rompió el palo de su embarcación en un vuelco.
Al entender que no les daba tiempo a cambiar el material dañado, lo que significaba perder cualquier posibilidad de medallas, los daneses optaron por pedir prestado el barco al equipo croata, con el que realizaron la regata.
El equipo español, al comprobar que los daneses habían cambiado de barco para esta prueba, presentaron en el agua y en tiempo y forma, como se demostró en la audiencia con el Jurado Internacional, una reclamación ante el Comité de Regatas.
Este decidió no resolver en el mismo campo de regatas y, a su vez, presentó ante el Jurado Internacional una protesta al entender que el cambio de embarcación vulneraba el reglamento, protesta que también presentó el equipo español.
Finalmente, el Jurado Internacional desestimó la protesta del Comité de Regatas al argumentar que el cambio de barco realizado por la pareja danesa, formada por Jonas Warrer y Martin Ibsen, no había supuesto una ventaja durante la regata, por lo que el resultado de la misma era válido, aunque reconocieron que éstos había vulnerado varios puntos de la instrucción de regatas de la clase, algo por lo que no recibieron sanción alguna.
Los daneses pasaron por la línea de llegada en el séptimo lugar, con lo que sumaron 14 puntos, suficientes para proclamarse campeones olímpicos y dejar a los españoles, vencedores de la regata por las medallas, con la plata, a los alemanes con el bronce y a Italia fuera del podio.
A su vez, los italianos sostienen que los hermanos Sibello desconocían que el barco que tenían por detrás era en realidad el de los daneses y no el de Croacia, por lo que hicieron la regata pensando que si llegaban entre los cinco primeros subían al podio. De hecho, después de cruzar la meta lo celebraron como si hubieran ganado el bronce.
