El Juzgado de Instrucción 53 de Madrid ya ha incoado diligencias tras la muerte de Rayan, el bebé hijo de la marroquí que falleció por gripe A en el Gregorio Marañón. El niño murió por un error de una enfermera que le suministró la alimentación en vena en lugar de hacerlo por vía nasogástrica.
Según informó ayer el TSJ de Madrid, a fecha de ayer no constaba en el juzgado denuncia alguna por parte de la familia del bebé. Por su parte, la Fiscalía ha abierto también diligencias previas por una supuesta negligencia médica.
La indemnización al padre del bebé podría ascender hasta los 200.000 euros, según explicó ayer la presidenta de la Asociación del Defensor del Paciente, Carmen Flores.
El Juzgado de Instrucción número 53 ha asumido el caso después de que la Consejería de Sanidad trasladara el pasado lunes al juez toda la documentación en su poder relativa al caso del fallecimiento de Rayan. El juez espera ahora conocer los resultados de la autopsia que se realizó ayer al cadáver del bebé en el Instituto Anatómico Forense y el contenido del informe que emita este organismo sobre las causas de la muerte.
Al mismo tiempo, la Inspección de Servicios Sanitarios de la Comunidad de Madrid ha apartado cautelarmente del servicio sólo a la enfermera que suministró la alimentación de forma incorrecta al bebé Rayan. Sin embargo, el consejero de Sanidad madrileño, Juan José Güemes, señaló que se había tomado la medida de apartar del servicio de manera cautelar a las dos enfermeras relacionadas con el caso y que se iba a abrir una investigación por parte de Sanidad.
Sobre la enfermera implicada, Güemes afirmó que estaba "completamente capacitada", y explicó que tenía dos años de experiencia en grandes hospitales y que llevaba desde el mes de diciembre de 2008 en el Maternoinfantil del Gregorio Marañón, aunque el día de los hechos fue su primer día en la unidad de neonatos, donde estaba cubriendo una baja.
En defensa de la enfermera habló el sindicato de Enfermería SATSE, que ofreció su apoyo a la sanitaria causante del "error" que propició la muerte del bebé Rayan y pidió a dicho centro y a la Comunidad de Madrid que investiguen si estaban correctamente etiquetadas y diferenciadas la alimentación por sonda de la intravenosa.
Por su parte, la Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad Pública de Madrid manifestó ayer que esta situación "se veía venir", pues "el desmantelamiento de la sanidad pública madrileña por el gobierno del PP ha traído, y por desgracia seguirá trayendo, consecuencias nefastas y dolorosísimas".
CAS Madrid, que mostró sus condolencias y solidaridad con una familia que ya ha perdido dos de sus miembros en el Hospital Gregorio Marañón, destacó que este hospital ha destacado durante años por la calidad de la asistencia prestada. "No se trata de ahondar en las responsabilidades personales si las hubiere sino en la propia estructura y organización del sistema público de salud en Madrid", indicó.
En el mismo sentido se expresó CCOO, que culpó a la "política continuada de privatización y desmantelamiento de la Sanidad Pública" en la Comunidad de Madrid de la muerte de Rayan. En un comunicado, la Sección Sindical de CCOO del Gregorio Marañón criticó que tanto en el citado centro hospitalario como en el resto de la Comunidad "desde hace años hay una política continuada de desregulación, privatización y desmantelamiento de la Sanidad Pública".
