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El kiosquero de Triana sale de la cárcel pero no podrá acercarse a ningún colegio

El quiosquero de Triana acusado de haber abusado de niños y niñas de entre 7 y 14 años salió de prisión el miércoles en libertad provisional, aunque no ha vuelto a su casa porque el juzgado le ha impuesto una orden de alejamiento.

el 15 sep 2009 / 22:33 h.

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I. Comesaña / R. Velis

El quiosquero de Triana acusado de haber abusado de niños y niñas de entre 7 y 14 años salió de prisión el miércoles en libertad provisional, aunque no ha vuelto a su casa porque el juzgado le ha impuesto una orden de alejamiento, tanto del quiosco como de cualquier colegio. La Policía le atribuía nueve abusos, aunque la juez sólo admitió dos.

Francisco Javier F., de 36 años, ingresó en prisión el 23 de enero acusado de realizar tocamientos obscenos y hacer comentarios sexuales a menores de los centros escolares cercanos al quiosco de su novia, situado en el cruce de las calles Evangelista y López de Gomara. Estaba siendo investigado por estos hechos cuando él mismo denunció a dos personas por haberlo agredido, que según la Policía eran los padres de dos de los chavales que han denunciado los abusos.

El miércoles por la noche salió de prisión, en libertad provisional aunque con cargos, y con una orden de alejamiento que le impide acercarse a menos de 500 metros de cualquier centro escolar, según explicó el jueves Francisco Javier a este periódico. Eso implica que no podrá vivir en su casa ni acudir al quiosco de su novia, en el que solía trabajar, ya que están junto a tres centros educativos. "Estoy viviendo con un amigo y me voy a mudar a casa de mi bisabuela", explicaba, al tiempo que cuestionaba la orden judicial: "Si yo tengo que ir a trabajar y tengo que pasar por delante de un colegio, ¿qué hago? Yo no sé dónde están todos los colegios de Sevilla", se quejaba.

Las condiciones que le han impuesto para que permanezca en libertad provisional mientras la investigación avanza, y hasta que se celebre el juicio, lo obligan además a acudir al juzgado todos los viernes, según explicó.

Su salida de la cárcel se produjo el miércoles por la noche, pocas horas después de que tres de los menores que han denunciado los abusos, de entre 11 y 14 años, acudiesen al juzgado para ratificar sus acusaciones. Uno de los chavales contó que el quiosquero le tocó las nalgas mientras lo registraba para verificar si había robado chucherías del quiosco. Su hermana, de 14 años, manifestó que el imputado le sacó la lengua y le hizo un comentario lascivo cuando la niña le pidió una chuchería con forma de lengua.

Por último, un tercer menor dijo no haber sufrido ningún abuso, pero ratificó que había visto cómo el hombre, de 36 años, se comportaba con frecuencia de forma similar a la que habían detallado los hermanos, con otros niños del barrio que acudían a su quiosco a por golosinas.

Tras su declaración, la jueza de Instrucción 12 levantó una de las dos acusaciones por las que lo mantenía encarcelado y acordó la libertad provisional, como había pedido su abogado defensor.

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