El Juzgado de lo Penal número 9 de Sevilla ha dejado en libertad a Hokman Joma, el joven kurdo de pasaporte sirio que ingresó en prisión en febrero de 2010 tras ser condenado a tres años de cárcel y al pago de una multa de 408 euros por arrojar un zapato contra el entonces primer ministro turco , Recip Tayip Erdogan, tras lo que el imputado pudo abandonar el pasado viernes la cárcel de Sevilla-I.
Fuentes cercanas al caso han informado a Europa Press de que el Juzgado ha dictado un auto de suspensión cautelar de la condena después de que la Fiscalía se haya mostrado favorable a la petición de indulto planteada por el condenado -realizada en marzo de 2011-, cuando faltan menos de cuatro meses para que cumpla la pena de cárcel que le fue impuesta, ya que el próximo 20 de febrero de 2013 se haría efectivo el cumplimiento de la condena.
En este sentido, la resolución del fiscal es favorable en base a "la no especial gravedad del hecho, que no produjo resultado lesivo alguno", pero "sobre todo en razón al excelente comportamiento" que el imputado ha tenido en prisión, según los propios informes aportados por la dirección de la cárcel de Sevilla-I donde se encuentra interno.
Asimismo, el Ministerio Público ha tenido en cuenta también "las consideraciones que expone el solicitante deducidas de la sentencia misma", en la que el juez sugirió la concesión del indulto total o parcial alegando que el efectivo cumplimiento de la pena impuesta, ante la inexistencia de antecedentes penales en el acusado, "pudiera llegar a considerarse excesiva, atendidos el mal causado por la infracción y las circunstancias personales del reo".
Su letrado ya informó de que, tras más de dos años en prisión, su cliente ha podido disfrutar únicamente de dos permisos penitenciarios, el primero el pasado mes de agosto, cuando pudo abandonar Sevilla-I durante un fin de semana, y el segundo, de seis días, en septiembre.
LA SENTENCIA
El Juzgado de lo Penal número 9 de Sevilla condenó a Hokman Joma a tres años de prisión y a una multa de 408 euros por un delito contra la comunidad internacional, en su modalidad de atentado.
La sentencia considera probado que el acusado, en situación irregular en España, se dirigió a la puerta del Ayuntamiento de Sevilla sobre las 22,15 horas del día 22 de febrero y, cuando hizo acto de presencia el primer ministro turco, "se descalzó un zapato y, con el ánimo de agredir la integridad física de aquel, se lo lanzó, sin llegar a alcanzarle", al tiempo que decía "viva el Kurdistán, criminal y asesino".
Tras ello, indica que Hokman Joma fue "inmediatamente" reducido por dos agentes de la Policía Nacional y por los miembros de seguridad de Erdogan, añadiendo que, tras el acto del juicio oral, se concluye que el encartado "arrojó un zapato contra el primer ministro turco, con pleno conocimiento de su condición y con la intención de golpearle y transgredir su integridad física, o al menos con la conciencia de la alta probabilidad de que el zapato le alcanzase y transgrediera dicha integridad".
No obstante, consideró que "no existe cumplida prueba de que se resistiera a los agentes de la autoridad que lo detuvieron".
