Local

El laberinto judicial del Guadiamar

La Junta se enfrasca en una maraña de sentencias para encontrar culpable al mayor desastre ecológico de España.

el 06 dic 2011 / 21:34 h.

TAGS:

La madrugada del 25 de abril de 1998 pudo ser el fin de Doñana, cuando la balsa en la que Boliden almacenaba los lodos contaminados procedentes de su mina de Aznalcóllar se rompió y desató más de 6.000 millones de litros de agua y fango tóxico al río Guadiamar y sus cauces. Del episodio más grave ocurrido contra el medio ambiente en España -mil veces más que el Prestige, como se dijo en el décimo aniversario de la catástrofe-, sólo queda ese regusto amargo de que nadie paga por un error que, con el tiempo, se diluye en una maraña de causas judiciales que, 13 años después del desastre, siguen sin hallar respuesta.

Ni siquiera la huella del delito queda en la retina de los sevillanos, que ven cómo la zona arrasada por el vertido, que quedó huérfana de vida animal, ha resucitado como Corredor Verde. Hasta la recuperación del ecosistema del Guadiamar ha sido más fácil de asumir por la administración que atrapar al culpable en un mundo, el de las leyes, que en 1998 no estaba preparado para un desastre ecológico de tales proporciones. Ni la Justicia ni los propios ciudadanos.

La Junta esta atrapada ahora en un laberinto judicial en el que entró hace 13 años, cuando presentó una demanda por vía penal y con 21 imputados en un juzgado de Sanlúcar la Mayor, que fue archivada dos años después. Fue el primer golpe en la mandíbula de la Junta, que quería cumplir esa máxima de quien contamina paga, frase que han ido calcando cada político que ha ocupado el sillón de la Consejería de Medio Ambiente en este largo proceso: desde José Luis Blanco, que vivió en persona el vertido, hasta Fuensanta Coves, Cinta Castillo y, por último, José Juan Díaz Trillo, que volvió a sacar del armario esa frase y la cantinela de pelear hasta el final tras sufrir la última estocada del Supremo.

Ese revés devuelve a la Junta a ese punto de partida de 2004, cuando exigió los 89,96 millones, aunque con la vía contencioso-administrativa agotada. Pero eso no amilana a la Junta. "No nos hemos rendido y no nos vamos a rendir nunca". Lo dijo Fuensanta Coves en 2008, en el décimo aniversario. ¿Le suena la frase? La pelea sigue y la duda es saber cuando acabará.

  • 1