El bisnieto de Blas Infante, Curro Delmás, junto a María de los Ángeles Infante, Mercedes de Pablos y Modesto González. / Foto: A. P. «Más allá que un nombre o su persona en sí, Blas Infante es un legado». De esta forma, el alcalde de Coria del Río, Modesto González, quiso reivindicar ayer una mayor presencia del padre de la patria andaluza en la sociedad. Tal día como hoy, hace 78 años, las fuerzas sublevadas por Francisco Franco detuvieron a Blas Infante en su casa de Coria del Río. Por ello, la corporación municipal de esta localidad y la familia de Blas Infante, encabezada por su hija, Mª de los Ángeles Infante, y su nieto, Curro Delmás, leyeron ayer un manifiesto para que la sociedad andaluza que educó y construyó bajo su pensamiento, sobre todo las administraciones públicas, lo pongan como referente no solo en días señalados, sino en cada paso que se dé como sociedad. «Más que un himno, una bandera o un escudo», como reivindicó ayer Delmás, todos los símbolos que en su día levantó Blas Infante en pro del pueblo andaluz «no son más que la punta del iceberg de su prolija obra como político, escritor, notario y padre de familia». Una obra que, escrita por el «amor incondicional por su tierra», debe ser, según el manifiesto leído ayer, «un ejemplo a seguir por todos aquellos andaluces que hoy disfrutamos de unos derechos y demás privilegios». De ahí, que tanto González como Delmás destacaran la importante de que la figura de Blas Infante sea transversal en la sociedad andaluza. Y es que el primer edil coriano sostuvo ayer que pese a que es cierto que Andalucía se creó muchos años antes a la figura del Padre de la Patria andaluza, «si no hubiera existido, no conoceríamos a Andalucía en su configuración actual. Probablemente, la Constitución no la hubiera reconocido como autonomía de primera y probablemente hoy día ni política ni institucionalmente tendría el reconocimiento que sí tienen gracias a Blas Infante». Por ello, y como ya registraron a principios de semana los municipios que constituyen la Ruta de Blas Infante en la delegación de la Consejería de Administración Local, González reivindicó ayer la necesidad de «no recordar su figura para conmemorar su nacimiento, su captura o su fallecimiento, sino que la tengamos presentes todos los días del año y que las instituciones públicas, fundamentalmente la Junta de Andalucía, haga de Blas Infante un emblema real en toda la política que se desarrolla, que sea un tema transversal y esencialmente dentro de las de Cultura, Educación, y por qué no dentro de la de Presidencia». Precisamente, la educación fue y es y será uno de los pilares básicos en el pensamiento de Blas Infante, tanto que, como recordó ayer Delmás, «aprovechaba su tiempo de vacaciones cuando tenía su notaría en Cantillana, enseñando a leer y a escribir a los jornaleros en perjuicio de su propia vida personal». Y al igual que «él quiso transformar la sociedad andaluza, no como algunos establecen, expropiando tierras para dárselas a los pobres como si de un Robin Hood se tratase, sino educando a un pueblo y en especial a los jornaleros para convertirlos en agricultores autosuficientes». Con este manifiesto se propone que la obra de Blas Infante sirva de base en la educación de los jóvenes andaluces formen una sociedad libre y capacitada para afrontar la vida.