Justo el mismo día que se cumplían los seis años de la publicación en El Mundo de la noticia sobre el supuesto espionaje al ex presidente de la Caja San Fernando, el juicio quedaba visto para sentencia. La sorpresa: el letrado del detective fue el único defensor que apoyo la teoría de la acusación.
Tras seis largas sesiones, que comenzaron el lunes de la semana pasada, el juicio por presuntas injurias por la información del espionaje a las cajas publicada por El Mundo finalizó ayer con la lectura de los informes de cinco de los seis letrados que intervienen en el procedimiento, con lo que ha quedado visto para sentencia.
Los más sorprendente de la jornada de ayer fue la exposición del letrado del detective Joaquín Corpas -contratado por el ex presidente de la caja, Juan Manuel López Benjumea, quien, al igual que las acusaciones recordó que los seguimientos "no existieron" y que "el vídeo no fue montado por Corpas", sino por Benjumea.
El abogado, Miguel Salas, destacó que lo que se ha estado juzgando estos seis días no ha sido el espionaje, sino "el delito de injurias". Para ello, recordó la información publicada por el diario de la que aseguró que el medio "hizo suya" la acusación contra Manuel Chaves y que este "tenía que haber acreditado" que el espionaje fue ordenado por él y varios dirigentes del PSOE y no dar por válido el vídeo en el que el supuesto espía Antonio Catellano responsabilizaba a los socialistas de los seguimientos.
Salas también aludió al artículo 30 del Código Penal en el que se recoge que de los delitos cometidos con soportes de difusión mecánicos "no responderán criminalmente ni cómplices ni quienes lo hubieren favorecido personal o realmente".
Por su parte, la defensa de López Benjumea, Francisco Baena Bocanegra, también hizo referencia al mismo artículo para pedir la libre absolución y aseguró que las acusaciones son las que han montado "la teoría de la conspiración" para "llevar a El Mundo al banquillo". En cuanto al supuesto montaje del vídeo defendió que fue Corpas y precisó en denominarlo "edición" y no manipulación. En cuanto a los seguimientos, criticó el auto de la Audiencia que los descartaba, del que dijo que es "un auto de fe de la Santa Inquisición".
La letrada de El Mundo, Cristina Peña, se centró en cambio en defender que los dos periodistas "contrastaron la información con cuatro fuentes". La abogada aseguró que el periódico se sienta en el banquillo "porque es un medio incómodo", a lo que añadió que se trata de un procedimiento de "Chaves contra El Mundo".
