Conquistar nuevos territorios. Es el reto que tiene que afrontar el lince ibérico para evitar su desaparición. Así lo asegura el presidente del grupo de especialistas de felinos de la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el suizo Urs Breitenmoser, quien alerta de que "el felino más amenazado del mundo se extinguirá si no se reintroduce lo antes posible en nuevos territorios".
Breitenmoser ha visitado esta semana con su esposa Christine -copresidenta de este grupo de la UICN-Sierra Morena y Doñana, las zonas donde sobreviven las dos últimas poblaciones de linces, e insta a continuar con las sueltas controladas de estos felinos para reducir el riesgo de concentrar los poco más de 200 supervivientes en sólo dos poblaciones, donde podrían verse fatalmente afectados por epidemias o incendios. Las reintroducciones paliarían el "aislamiento genético" que sufre el lince "desde hace muchos años" tras haber quedado aisladas sus poblaciones por infraestructuras que han fragmentado el monte mediterráneo.
Este profesor de la Universidad de Berna opina que el éxito del plan de cría en cautividad del lince, que en 2005 logró el nacimiento de los dos primeros cachorros y en 2008 ha batido su marca histórica, con 13 supervivientes, aporta ya un número de individuos y con una variabilidad genética suficientes para estas reintroducciones, que pasan por preservar amplias zonas de monte mediterráneo.
El segundo programa Life del lince ibérico, vigente hasta 2011, fija las primeras reintroducciones en 2010 en las comarcas del Guadalmellato (Córdoba) y del Guarrizas (Jaén), donde ya se ha constatado el apoyo de la población y los propietarios de fincas afectados. Breitenmoser recuerda que este felino ha demostrado que puede sobrevivir junto al hombre si no es agredido: "El lince tolera al hombre; es ahora el hombre quien tiene que demostrar que tolera al lince".
