La mezzosoprano Elina Garanca, llamada a ser una de las divas del futuro por sus cualidades actorales y operísticas, actúa hoy, a las 20.30 horas, en función única en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, para ofrecer un recital acompañada al piano por Charles Spencer.
La intérprete letona (Riga, 1976) es una de las voces más impactantes y solicitadas del momento. Sus grandes y reconocidas dotes vocales y su fuerte presencia escénica han catapultado su fulgurante carrera en los últimos diez años.
Este recital, que cuenta en su programa con piezas de Mozart, Schumann, Manuel de Falla y Bizet, entre otros, sustituye al que iba a ofrecer en un primer momento la soprano Edita Gruberova, pero que fue cancelado.
Reclamada por todos los grandes maestros, como Riccardo Muti o Nikolaus Harnoncourt -con el que debutó en el Festival de Salzburgo en 2003 con una celebrada La clemenza di Tito, de Mozart- Elina Garanca, vinculada a Andalucía por su matrimonio con el director de orquesta gibraltareño Karel Mark Chichon y que ha hecho de la Carmen de Bizet uno de sus roles más rotundos y estelares, ha grabado recitales y óperas en Deutsche Grammophon compartiendo reparto con las grandes estrellas del momento, como Anna Netrebko.
Con su energía, musicalidad, talento escénico, belleza vocal y física, Elina Garanca representa una nueva generación de divas que han logrado seducir al público e inyectarle nuevo glamour al género.
Garanca estará acompañada por Charles Spencer, el pianista de acompañamiento más solicitado del mundo que, regularmente, colabora con muchos cantantes de renombre como Bernarda Fink, Elina Garanca, Gundula Janowitz, Vesselina Kasarova o Marjana Lipovšek, entre otros. Además, ha sido el acompañante preferido por Christa Ludwig, con la que ha colaborado durante un período de más de 20 años.
Spencer ha aparecido en numerosas grabaciones de cedé con Thomas Quasthoff, Gundula Janowitz, Marjana Lipovšek, Deborah Polaski, Doris Soffel, Michael Volle así como con Maria Venuti. Ha grabado con Cecilia Bartoli y Christa Ludwing Farewell to Salzburg y Tribute to Vienna, que fueron recibidos con entusiasmo por la prensa internacional.