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El llenado de la nueva esclusa se llevará a cabo dentro de mes y medio

El llenado de la nueva esclusa del Puerto se llevará a cabo en abril. Será entonces cuando se desvíe el agua del Guadalquivir hasta la zanja de 40 metros de profundidad que ahora se construye y se pueda poner a prueba la solidez de la estructura. A finales de año, como estaba previsto, las obras estarán acabadas.

el 16 sep 2009 / 00:07 h.

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El llenado de la nueva esclusa del Puerto se llevará a cabo en abril. Será entonces cuando se desvíe el agua del Guadalquivir hasta la zanja de 40 metros de profundidad que ahora se construye y se pueda poner a prueba la solidez de la estructura. A finales de año, como estaba previsto, las obras estarán acabadas.

Según explica el ingeniero responsable de la obra, José Luis Fernández, la esclusa estará en mes y medio suficientemente avanzada como para soportar la presión del agua. El proceso de llenado o inundación supone una tarea ingente, ya que es necesario desviar parcialmente el discurrir del río, a base de añadir tierra en la zona de su cauce actual, de forma que el agua entre en el nuevo macro-canal de la esclusa. Una vez lleno, el río volvería a su ser natural. Este proceso es el más delicado de cuantos han de afrontarse antes de la apertura de la esclusa, que la Autoridad Portuaria de Sevilla confirma que será a finales del presente año.

Antes de que esto suceda, el Puerto va a celebrar dos jornadas de puertas abiertas en la obra, los próximos días 21 y 22 (sábado y domingo), para acercar "el mayor proyecto de ingeniería que tiene hoy Sevilla" a sus vecinos. El horario de apertura al público será de 10.00 a 18.00 horas, de forma ininterrumpida, y la visita se aderezará con conciertos de la Banda Municipal y del grupo Haendel, así como con una marcha ciclista y una exposición que se instalará en una de las naves de nueva creación, junto a la futura torre de control desde la que se gestionará todo el flujo de barcos que lleguen al Puerto; se prevé que ese flujo se duplique con la esclusa, permitiendo la entrada de buques de 300 metros de eslora por 40 de manga, en vez de los de 200 por 24 que transitan a día de hoy.

La obra se completará con la colocación de tres puentes -dos para tránsito rodado y uno para ferrocarril-; para soportar ese peso, añadido al del agua, se han inyectado 15 millones de kilos de acero para el hormigón armado y se están colocando unas barras a modo de barreras, que se adentran 20 metros en la tierra, y que servirán también como "antepuerto" para que se detengan los barcos antes de enfilar la esclusa, explica Fernández. Sobre el terreno, además, se generan al día mil metros cúbicos de hormigón -300.000 en total-, necesarios para atender las 50 hectáreas urbanizadas con el proyecto.

También se han diseñado acueductos con cuatro galerías embebidas en los muros, por las que se procede al llenado y vaciado de la esclusa; así se equilibran los niveles a ambos lados de las puertas, mediante la apertura de puertas dobles que ya se han botado en Astilleros. En la construcción trabajan de forma directa 200 empleados, a los que se suman los trabajadores de Bilbao, Valencia y Luxemburgo que han elaborado partes del proyecto.

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