Los gimnasios no han sufrido tanto la crisis como otros sectores, pero están inmersos en un proceso de cambio. / Antonio Acedo Ponerse en forma de manera rápida y barata. Eso es lo que demanda la población, así que el sector de los gimnasios está en pleno proceso de transformación. El low cost se está afianzando, mientras mueren los grandes centros deportivos tradicionales con muchos servicios y cuotas altas. En Andalucía, la crisis ha provocado una caída de la facturación de alrededor del cinco por ciento, no es de los sectores más afectados, pero la catarsis que se está produciendo es de las más importantes. La evolución ya no tiene freno. La debilidad del consumo privado y la batalla de precios que se ha desatado han hecho que a corto plazo los gimnasios de bajo coste vayan a seguir incrementando su participación en el sector, gracias a la expansión de cadenas de reciente creación, a la invasión de franquiciadores multinacionales y a la conversión a este formato de centros que operaban desde hace muchos años y que no tienen más remedio que reducir costes y servicios para abaratar los precios y seguir siendo competitivos. Además, el incremento del IVA, según el sector, ha dañado gravemente las posibilidades de empezar una remontada. Así lo cree José Manuel Ruiz, presidente de la Federación Andaluza de Empresas de Instalaciones Deportivas, quien asegura que mientras que en el resto del país se prevé un leve repunte de la actividad, en la comunidad andaluza esta supuesta mejoría no es real: «Hay muchos centros nuevos, pero también cierran bastantes». «No hay un repunte definitivo, el IVA al 21 por ciento nos ha hecho mucho daño y la proliferación de los gimnasios low cost no sabemos hasta cuándo durará porque para rentabilizarlos hay que tener los centros a tope y no hay tantos clientes. Ahora estos gimnasios a bajo coste están tirando del carro, pero no son la solución para que el sector remonte el vuelo. Es pan para hoy y hambre para mañana. Hay que dignificar la situación», sentencia Ruiz. El presidente de la federación andaluza incluso apunta que el número de gimnasios en la región varía constantemente, de ahí que las cifras de la Junta «no casen con las de la federación». En España existían en noviembre de 2013 un total de 3.950 centros de este tipo (cifra que se ha reducido un 15 por ciento desde 2008) y más de la tercera parte se localizan en Cataluña y Madrid, mientras que algo más de un diez por ciento están en Andalucía y la Comunidad Valenciana. Según un estudio de la empresa DBK, filial de Informa D&B, las altas tasas de paro y la contracción del gasto de los hogares se tradujeron en nuevos descensos del número de usuarios de gimnasios en los años 2012 y 2013. No obstante, después de cinco años de caídas, para 2014 se preveía el inicio de una fase de moderada recuperación del negocio, estimándose para el conjunto de este ejercicio un aumento de la facturación sectorial del uno por ciento. Además, hay que tener en cuenta la tendencia de privatización de la gestión de centros deportivos de titularidad pública, lo que constituye una buena oportunidad de crecimiento para las principales empresas del sector. Un caso claro está en Sevilla, donde el Instituto Municipal de Deportes ha dejado en manos privadas (por concesiones) 25 instalaciones, 22 que eran de gestión directa y otros como el de Fundición y San Jerónimo. Piscinas, pistas deportivas, gimnasios... Según los últimos estudios, el sector de los gimnasios en España sigue presentando una marcada atomización, si bien se aprecia una tendencia de progresiva concentración de la oferta. Los cinco primeros operadores alcanzaron en 2012 una cuota de mercado conjunta del 21,7 por ciento, en tanto que los diez primeros absorbieron la tercera parte del volumen de negocio total. Esta última cifra se ha incrementado en más de tres puntos y medio en un plazo de dos años. En España, tras retroceder un 7,5 por ciento en 2012, en 2013 se moderó la caída del volumen de negocio sectorial, según indica DBK. Así, el dato provisional del mercado total para este último año se sitúa en 765 millones de euros, lo que supone un descenso del cuatro por ciento respecto al año anterior. En el sector siguió apreciándose un descenso de los precios, con la proliferación de ofertas y descuentos y la consolidación en el mercado de diversas cadenas de bajo coste. «Los grandes gimnasios han pasado de tener 8.000 o 10.000 socios a contar con la mitad y de cuotas de 100 euros a 50 euros, pero sus costes en personal e instalaciones prácticamente son los mismos. Eso ha llevado a algunos de los grandes a entrar en concurso de acreedores. Los nuevos formatos le están quitando negocio: low cost, centros especializados en gimnasia para la mujer, gimnasia pasiva, 24 horas...», indica un propietario de uno de estos gimnasios de Sevilla que no quiso publicar su nombre. Según fuentes de la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas (FNEID) se estima que hay un 70 o 80 por ciento de la población que aún no accede a las instalaciones deportivas privadas, una cifra superior a la de otros países europeos, por eso España está en el objetivo de las marcas internacionales más importantes. Eso sí, la competencia para atraer a estos clientes es muy fuerte entre tanta oferta, de ahí la importancia de los planes de captación y fidelización.