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El ‘low cost’ se impone ya hasta en la hostelería

Platos ‘tarifa plana’ a 3,90 euros, tapas a 0,90 o dos por uno en bebidas son algunas de las ofertas de la restauración de bajo coste

el 13 oct 2013 / 23:00 h.

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ComidaLowCostHasta hace pocos años, el debate gastronómico en la capital hispalense giraba en torno a la aparición de nuevos bares y restaurantes que ofrecían platos de diseño a precios asequibles y que hacían una feroz competencia a los locales más tradicionales, sobre todo en ciertas zonas de la ciudad. Con la crisis económica, que obliga a muchos ciudadanos a restringir el número de comidas en la calle por ocio, el panorama ha cambiado. Los que antes eran restaurantes de alta gama han dado paso a establecimientos de comida low cost, con pizzas, kebabs, burritos y bocadillos como máximos exponentes de este movimiento que ya había comenzado a darse en muchos establecimientos de moda del centro de la capital, donde las tiendas de bajo coste, frecuentemente regentadas por chinos, ya se habían hecho con un hueco importante. De hecho, muchos orientales han ocupado muchos locales vacíos no solo en el centro de la ciudad, sino en barrios donde han tomado un papel relevante. Uno de los establecimientos para el que la crisis se ha convertido en oportunidad es Pomodoro, una cadena nacida hace algo más de un año en Dos Hermanas y que poco a poco ha ido extendiendo sus redes hasta llegar al Casco Histórico de la capital. Su oferta se basa en una tarifa plana en lo que a los precios se refiere: 3,90 euros cuestan todos y cada uno de sus platos, ya sea ensalada, hamburguesa, pizza o pasta. En la noche del sábado, uno de sus últimos establecimientos abiertos, el que se sitúa en la Alameda de Hércules, una larga fila de clientes daba constancia del buen funcionamiento del negocio. “No éramos conocidos porque Pomodoro empezó a funcionar hace poco más de un año, pero ha sido un auténtico pelotazo”, relata Jennifer, encargada del local de esta cadena en la Alameda. En cuanto al perfil de sus clientes, de todo tipo. “Viene desde gente joven y trabajadores de la zona hasta familias con los niños, y es normal. En cualquier polígono industrial una comida te costaría mucho más”, añade. En tan corto espacio de tiempo se han abierto nueve establecimientos Pomodoro, y el plan de expansión continúa adelante. Esta zona de la ciudad, muy frecuentada por gente joven y parejas con niños pequeños, es un paraíso de bares y restaurantes, aunque ciertamente ha cambiado su apariencia en los últimos meses. Cada vez más locales ofrecen al viandante comida para llevar –take away– y barata –aunque bien es cierto que no se han instalado las grandes cadenas de comida rápida que sí proliferan por otras zonas– para solucionar la noche sin tener que pagar la cuenta de un restaurante y sin renunciar a disfrutar de uno de los centros de ebullición de la movida de los fines de semana. La pizzeria Buoni o la Sushiteka, en la calle Correduría, son otras de las iniciativas surgidas en este entorno de la ciudad. La plaza del Salvador o la calle Alemanes también cuentan con este tipo de establecimientos, donde recalan muchos turistas. El inicio del abaratamiento de la oferta comenzó con la guerra de la cerveza, que dinamitó el mercado hostelero sevillano, donde el suelo de los precios de esta bebida nunca había sido tan bajo de manera general. Los botellines en cubos fueron poco a poco tomando los lugares más emblemáticos no solo de la capital hispalense, sino de muchas ciudades de todo el país. De hecho, en la Encarnación, en el entorno de las setas, pueden encontrarse los dos grandes exponentes de esta lucha. Por un lado, la Sureña y, por otro, Mercado Provenzal, que ofrece cañas a 40 céntimos y tapas a apenas 90. Otras cadenas de franquicias también han ido adaptando los precios ante esta dura competencia, como el Lizarrán, que ha abaratado la cerveza y 100 montaditos, que ofrece su variedad a 0,50 euros la unidad. También lo hacen los establecimientos tradicionales, como la taberna El Picadero, junto a la calle José Gestoso, que todos los miércoles tiene oferta de dos por uno. Y no solo se ofrece bebida y comida internacional a un precio sustancialmente más bajo en los últimos tiempos. La calle Regina, una de las vías de moda de la ciudad hispalense, acoge La Central, una pequeña tienda de bocadillos gourmet que ayer domingo a mediodía estaba llena de clientes que optan entre la oferta más barata, de 1,50 euros, hasta los cuatro de los bocatas más elaborados. También esta calle ha visto nacer recientemente a otro gran establecimiento, de tipo chino, en uno de los locales más grandes de la zona, a pesar de ser una de las áreas más caras de la capital. También bocadillos ofrece Supertodo, un establecimiento ubicado en Trajano y que cuenta hasta con máquina de expendedora que muestra su oferta a un precio medio de 3 euros para ofrecer el producto aun cuando la tienda esté cerrada. Pero, sin duda, uno de los expendedores que más sorprende es el que tiene La Ibérica en Feria, a través del cual oferta todo tipo de chacinas y embutidos y carnes ibéricas.

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