El Hospital Virgen Macarena inicia el martes una de sus reformas más ambiciosas: adecuará dos alas para lograr sus primeras 80 habitaciones individuales. Además saldará otra deuda histórica con sus pacientes ya que en septiembre estrenará una unidad de rehabilitación cardíaca donde se atenderán 400 enfermos al año.
Este proyecto de reforma integral afectará en mayor o menor medida al Macarena, San Lázaro y María Auxiliadora, según explica Pilar Serrano, gerente del área hospitalaria. "La idea es poder plantear todas las actuaciones paulatinamente. De igual modo, aseguramos que no vamos a perder camas", apostilla.
Así, las primeras actuaciones, que comienzan mañana, se acometerán sobre la séptima planta del Macarena en donde se ubica el servicio de Oncohematología. En esta unidad se atienden, principalmente, leucemias y cánceres de la sangre. Dos semanas después se iniciarán las obras en el servicio de Medicina Interna, en la octava planta del centro, con el mismo fin.
El espacio extra que consumirán las habitaciones individuales se obtendrá de los despachos de los directivos, que tendrán que mudarse al hall de las entreplantas. Ya en agosto está previsto que estas reformas lleguen a San Lázaro.
Asimismo, se inaugurarán progresivamente. La dirección del hospital espera que las primeras camas individuales se estrenen en septiembre para que antes de final de año se haya finalizado la transformación de los centros. "Sabemos que para los pacientes resulta muy importante ganar comodidad y confortabilidad. Así que es un tema en el que tenemos que trabajar bastante", reconoce Serrano.
De hecho, el Macarena está inmerso en un proceso de reforma integral desde hace ocho años. En todo ello se han invertido más de 40 millones de euros. La prioridad ha sido el mantenimiento de los edificios y la dotación a los espacios de la más alta tecnología. Sólo quedan cinco de las 32 alas por restaurar. Y ya tienen fecha: en dos años, como máximo, lucirán nuevas. La primera sobre la que se actuará, previsiblemente después del verano, será la UCI pediátrica.
No obstante, y aunque continuarán por esta línea, desde la gerencia se está promoviendo la creación de un área hospitalaria más humana. Ejemplo de ello son los cuadros del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo o el Louvre que terminarán de adornar todos los pasillos del hospital este verano. Pero, sobre todo, destaca el que por fin han recogido una vieja aspiración de la Federación Andaluza de Pacientes Cardíacos que logró la recomendación del Parlamento andaluz: crear una unidad de rehabilitación cardíaca.
<b< Un plan con corazón . "Será uno de los mejores servicios de España. Nuestro objetivo es que una vez la persona supere el ataque cardíaco, su vida no se trunque. Trabajaremos para que adquiera nuevas perspectivas de salud tanto él como su entorno familiar", apostilla el doctor José María Cruz, jefe del servicio de Cardiología del Macarena.
Cada año pasan por su consulta 1500 pacientes. De ellos, entre 300 y 400 por infarto. "Todos necesitan rehabilitación, entendiéndola como control médico y seguimiento para modificar su estilo de vida, su nutrición y su actividad física de cara a que no sufran una recaída. Igual de importante es la reinserción laboral del paciente", apostilla.
Bajo esta premisa nacerá la unidad, que dispondrá de 200 metros cuadrados en el semisótano y un completo gimnasio dotado de equipos de monitorización que permiten vigilar el electrocardiograma, la presión arterial, la respiración y el consumo de gases del enfermo mientras realiza sus ejercicios de recuperación. "Sabemos que más de la mitad de los pacientes logran incorporarse a su trabajo habitual si completan esta rehabilitación. No obstante, siempre hay entre un 20 y un 30% de personas que hay que reubicar laboralmente", precisa.
Todo ello, gracias al trabajo conjunto de cardiólogos, médicos rehabilitadores, enfermeros, fisioterapeutas, psicólogos, nutricionistas y asistentes sociales. "Además, tendremos la ayuda inestimable de quienes ya pasaron por circunstancias parecidas puesto que la Federación Andaluza de Pacientes Cardíacos ofrecerá al enfermo su experiencia personal y ayuda personalizada.
Así, también se potencia que no abandonen los buenos hábitos adquiridos y se eviten las recaídas". Porque la rehabilitación cardiaca, según el experto, es un trabajo que se completa a largo plazo.
2.200 metros de placas solares . Otra de las apuestas del Hospital Virgen Macarena es revestir los techos del hospital y de San Lázaro con más de 2.200 metros cuadrados de paneles solares. El proyecto, que se gestiona junto a la Agencia de la Energía de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, ya está adjudicado y se prevé que dé comienzo en breve porque la dirección se ha marcado que esté listo antes de final de año.
No obstante, los ingenieros trabajan ya en las mediciones de las cargas y la distribución que han de seguir las placas en las azoteas. Por el momento, ya han dirimido que se colocarán en forma de cruz para un mejor aprovechamiento de la energía.
En cuanto al uso, fuentes del centro aclararon que aún es prematuro cifrar el ahorro de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera que supondrá, aunque no hay duda de que esta energía limpia contribuye a un mejor medio ambiente.
De hecho, experiencias previas en otros hospitales, como el Virgen del Rocío, han permitido comprobar que el aprovechamiento de la luz solar a través de 672 paneles solares (distribuidos en una superficie de captación solar de 1.344 metros cuadrados y con una capacidad de acumulación de 84 metros cúbicos) permite calentar hasta 98.400 litros diarios de agua sanitaria.
Del mismo modo, la energía solar que recojan las placas solares de los dos centros de la Macarena servirá para calentar todo el agua que se emplee en el hospital general y San Lázaro. Y como media, en se utilizan unos 53 metros cúbicos de agua al día. Lo que sí está cifrado es el coste: 897.000 euros.
