El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, viaja a China en una gira que incluirá su primera visita oficial a Japón y que tiene como principal objetivo vender la marca España y defender ante dos de las mayores economías del mundo el potencial de crecimiento del país y reducir el déficit comercial con ambas. La primera escala de su viaje es Shanghái, donde mañana presidirá el Día de España en la Exposición Universal y a donde llegará con un acompañante de lujo: la Copa del Mundo ganada por la selección española en Sudáfrica.
España, según fuentes del Gobierno, ha hecho un esfuerzo económico notable para presentar un pabellón emblemático en la Expo de Shanghái consciente de que debe dar a conocerse en el gigante asiático y promocionar sus productos en la que previsiblemente se convertirá en la segunda potencia mundial a finales de año, adelantando a Japón.
Por ese motivo, tras el periplo por la Expo, donde además de visitar el pabellón de España y el de China recorrerá los instalados por Madrid, Barcelona y Bilbao, Zapatero participará en un encuentro empresarial en la Cámara Oficial de Comercio e Industria de España en China junto a sus ministros de Exteriores, Industria y Ciencia y Tecnología, y al presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán. El país se ha convertido en uno de los grandes motores para la recuperación económica mundial y desde el Gobierno destacan el importante potencial de crecimiento de las relaciones comerciales bilaterales, en estos momentos claramente deficitarias para España.
El martes, Zapatero volará a Pekín para mantener una entrevista con el primer ministro, Wen Jiabao, consciente de que el impulso de las inversiones pasa por unas muy buenas relaciones políticas -que en Moncloa califican ya de "excelente"-.
China, según las fuentes del Ejecutivo, es ya el quinto emisor de turistas del mundo y España es el segundo destino en Europa, pero en 2009 los chinos la situaron en cuarto lugar entre sus preferencias, por detrás de Francia, el Reino Unido y Alemania, por lo que Zapatero quiere explicar a los operadores turísticos las posibilidades de este mercado.
En Pekín, el presidente del Gobierno también se reunirá con los principales medios chinos del ámbito económico para explicarles la situación española y el proceso de reformas emprendidas, uno de los ejes de su viaje a Japón.
Después de las negras crónicas periodísticas que los medios internacionales dedicaron a España en los primeros meses del año, quiere transmitir su confianza en el país, contar la "historia de éxito" de la economía española en las últimas décadas, exponer sus fortalezas y explicar la verdadera dimensión de sus debilidades, que en ocasiones han sido "exageradas" desde el exterior, según apuntan las fuentes.
Tras cancelar en dos ocasiones su viaje a Japón -en 2005 por la agenda política interna y en 2006 por el atentado de la T-4 de Barajas- su primera visita oficial a Tokio tiene también un objetivo fundamentalmente económico. Busca el Gobierno reforzar el atractivo de un país conocido en Japón fundamentalmente por su faceta cultural y folclórica.
Zapatero se entrevistará con el primer ministro japonés, Naoto Kan, será recibido en audiencia por el emperador Akihito, y se reunirá con los principales empresarios japoneses con presencia en España, además de mantener un encuentro con el presidente de honor de Mitubishi, Mikio Sasaki. "Exportar más a Japón significa crear más empleo e invertir más allí significa superar mejor la crisis", sostienen en La Moncloa tras subrayar que las relaciones económicas no están a la altura del potencial de los dos países.
Concluirá su visita el jueves con una breve escapada a Kioto para conocer la fábrica de baterías para coches electrónicos GS Yuasa, empresa que España aspira asociar a su proyecto de impulsar los vehículos ecológicos.
