Cultura

El Maestranza 'hace historia' con 'Una tragedia florentina' y 'El Enano'

"Como sucedió con Lulú y Der ferne klang hace dos años, el Teatro de la Maestranza vuelve a hacer historia con el díptico de Zemlinsky". El director del coliseo, Pedro Halffter, no escondió su entusiasmo en la presentación del doble título que cierra el sábado la temporada lírica: Una tragedia florentina y El enano.

el 15 sep 2009 / 05:11 h.

"Como sucedió con Lulú y Der ferne klang hace dos años, el Teatro de la Maestranza vuelve a hacer historia con el díptico de Zemlinsky". El director del coliseo, Pedro Halffter, no escondió su entusiasmo en la presentación del doble título que cierra el sábado la temporada lírica: Una tragedia florentina y El enano.

Ha pasado cerca de un siglo desde que Alexander von Zemlinsky (1872-1942) las escribió, pero hasta el momento actual, estas dos breves óperas -alrededor de una hora de duración cada una- han dormido el sueño de los justos. Con más fortuna discográfica que escénica, la programación de estos títulos suponen, a juicio de Halffter, "un pasó más en la normalización del repertorio olvidado de inicios del siglo XX". Al igual que sucedió hace décadas con el impulso de la ópera barroca -hoy ya (casi) establecida-, el director del principal coliseo sevillano quiere hacer lo propio con la ópera tardorromántica.

Definido como "el punto culminante de la temporada", Una tragedia florentina y El enano -en escena los días 24, 27, 29 y 31 de mayo- llega a Sevilla en una producción reciente de la Ópera de Fráncfort.

Dirigidas escénicamente por Udo Samel, ambos títulos -que adaptan textos de Oscar Wilde- representan dos caras estéticas del autor. Así, mientras en Una tragedia prima la influencia de Strauss, en El enano, Zemlinsky elabora una partitura rica en alusiones a Wagner y Mahler. "Pero más fascinante es, si cabe, comprobar cómo ambas piezas están trufadas de alusiones a nombres históricos de la secesión vienesa como Freud, Klimt, Schoenberg y Nietzche", resumió Halffter, quien afirmó que "la visión del mundo que tenemos hoy no hubiera sido igual de no haber existido la Viena de comienzos del siglo XX".

Más contrastes hay también en las propias historias, si en Una tragedia se trata de un triángulo amoroso abocado a la tragedia, El enano es casi un cuento de hadas, en el que se narra el relato de un cantante de ópera que jamás se ha mirado en el espejo y que es traído a la Corte Española como regalo a la reina.

"Tras los argumentos se pueden hacer infinitas lecturas", adelantó Halffter. Y las más aceptadas entroncan con el psicoanálisis. La figura de Alma Mahler -primera pareja de Zemlinsky- sobrevuela toda la vida y obra del autor. "Era un tipo pequeño, sin barbilla y sin dientes", dejó dicho la musa de Mahler sobre su primer compañero sentimental. El poco agraciado autor de la Sinfonía lírica nunca superará ese revés amoroso y demuestra primero su odio en Una tragedia para redimirse luego en El enano donde incluso parece mofarse de sí mismo.

Para encajar ambas piezas, Samel ha recurrido en el primero de los casos a "un opresivo espacio con reminiscencias del art-decó, un sótano en el que están encerrados tres personas", mientras que en la segunda ópera, "todo está iluminado y hay un gran jardín". El doble programa, que reúne a voces especialistas en este repertorio como las de Peter Bronder, Astrid Weber y el habitual Robert Künzli, tiene aún varios centenares de entradas por vender. "Apostar por la cultura tiene sus riesgos y es un esfuerzo de todos, quiero un Maestranza plural y atento a todas las inquietudes", sentenció Halffter.

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