Daniel Barenboim.
Hace exactos cinco días, la West-Eastern Divan (u Orquesta del Taller del Diván) de Daniel Barenboim concluía su gira estival en Berlín, viniendo ahora un paréntesis que habrá de durar hasta el próximo mes de enero. Será entonces cuando la orquesta pacifista formada por jóvenes músicos israelíes, palestinos y andaluces se reúna nuevamente en Sevilla para preparar una nueva serie de conciertos que habrá de llevarles, entre otras ciudades, a París, Berlín y la capital hispalense.
La habitualmente críptica página de la Fundación no informa nada de la actividad que desarrollarán a partir de entonces. Será el concierto que ofrecerán el 19 de enero en la Philharmonie de París un retrato bastante aproximado de la comparecencia de la orquesta y el mediático maestro en el Teatro de la Maestranza, donde subirán al escenario en los días inmediatamente anteriores. Lo harán con un programa centrado en la obra del compositor francés Maurice Ravel, de quien abordarán páginas como la Alborada del gracioso, la Rapsodia española, la Pavana para una infanta difunta y su celebérrimo Bolero.
No está decidido aún si el programa incluirá una obra contemporánea, repertorio que Barenboim excluye sistemáticamente en todas sus presentaciones españolas con la Orquesta del Diván.En París, emparejado con Ravel, se propondrá la audición de la extensa Dérive 2, de Pierre Boulez.
Por segundo año consecutivo las huestes del maestro argentino-israelí harán parada invernal en Sevilla, toda vez que en 2013 se decidió cambiar la cita veraniega por esta de enero, confiando así en obtener una mejor respuesta del público. La decisión pareció acertada, ya que el pasado 19 de enero el coliseo del Paseo Colón obtuvo una generosa entrada ante la perspectiva de escuchar el segundo acto de Tristán e Isolda, de Wagner;no teniendo que recurrirse en aquella ocasión a la entrega de innumerables invitaciones de cortesía.
De momento, lo que continuará siendo un deseo expresado por los aficionados antes que una realidad es ver a Barenboim como director invitado al frente de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, una circunstancia para la que el maestro nunca se ha ofrecido y cuyo gran caché no está al alcance presupuestario de la Sinfónica,por lo que sus comparecencias en la ciudad seguirán vinculadas a la propia orquesta que él creó en Andalucía.
En todo caso, durante el año académico la Fundación Barenboim-Said se esforzará por justificar los más de 12 millones de euros recibidos de la Junta de Andalucía (de ellos, sólo 4,5 millones en el año 2005) con el programa didáctico de la Academia de Estudios Orquestales en la que participan varios profesores de la Sinfónica de Sevilla y mediante los programas de educación musical infantil en Andalucía y en los territorios palestinos e israelíes. También tiene previsto continuar con la serie de conciertos en San Telmo y ofrecer recitales al hilo de festividades culturales señaladas en el calendario.
El recital fantasma
«En momentos difíciles es cuando más falta hace la cultura, porque puede ayudar al ser humano a afrontar las dificultades que le surjan». Lo dijo Daniel Barenboim el 28 de julio de 2010 en la Residencia Lantana de Pilas, durante la presentación de la gira de verano de la Orquesta del Diván. Su defensa de la cultura fue motivada entonces por la polémica decisión de la Junta de Andalucía de entregar 300.000 euros del erario público a la fundación del artista; y ante las críticas que por ello se pudieron escuchar en el PP andaluz.
En agradecimiento a la Junta, Barenboim, para el que «recortar en cultura equivale a romper con el patrimonio de todo un pueblo», decidió espontáneamente en aquella rueda de prensa ofrecerse a dar un concierto de piano en Sevilla cuya recaudación se emplearía en proyectos culturales, filantrópico ofrecimiento que el entonces presidente de la Junta, José Antonio Griñán, saludó con un espontáneo aplauso.
Cuatro años después nada se sabe de aquel gesto, un concierto que nunca tuvo fecha ni programa concreto. Un auténtico recital fantasma sobre el que nadie nunca con posterioridad se ha pronunciado. Ni siquiera Barenboim ha vuelto sobre el tema en sus posteriores encuentros en Sevilla. El Teatro de la Maestranza, emplazamiento natural del mismo, jamás lo incluyó en su agenda. Otras salas tampoco lo hicieron.
El pianista Javier Perianes tocará en Palestina durante el mes de noviembre
Una de las perennes aspiraciones de la Fundación Barenboim-Said es presentar a sus músicos en los dos países en conflicto:Israel y Palestina. Se trata de un objetivo frustrado en numerosas ocasiones, como cuando en 2002 Daniel Barenboim canceló una presentación en Ramala tras un ataque israelí que produjo la muerte de seis personas. O en 2009, cuando tanto él como el cantautor Leonard Cohen fueron boicoteados y obligados a suspender sus conciertos por grupos políticos que criticaron las buenas relaciones de ambos artistas con Israel. Años antes, en 2005, Barenboim actuó por primera vez en Palestina junto a la West-Eastern Divan en medio de un enorme y polémico despliegue de seguridad. En el mes de noviembre próximo (los días 17 y 18) será el pianista onubense Javier Perianes primer artista en residencia del Teatro de la Maestranza quien se presente en dos ciudades palestinas,Ramala y Nablus, representando a la Fundación Barenboim-Said, que le ha cursado la invitación. En el programa llevará páginas de Mendelssohn y Beethoven.
Tras Palestina, Perianes regresará a su tierra natal dos días después y con el mismo concierto; actuando en el Gran Teatro de Huelva. Córdoba y Málaga serán entonces sus próximos destinos, no hallándose Sevilla en su agenda de la temporada 2014/2015. Sí están en ella Cuenca, Zamora, Madrid, Berlín, Tampere, Londres, San Francisco o Sao Paulo, donde dará tres conciertos.