La llegada a Sevilla del maestro Daniel Barenboim ya tiene fecha. Ayer, la Fundación que lleva su nombre anunció que el taller orquestal volverá a celebrarse en Pilas por noveno año consecutivo entre el 21 y el 29 de julio. Dos días después, el Teatro de la Maestranza abrirá sus puertas ex profeso para recibir a la orquesta juvenil West-Eastern Divan que será dirigida por Barenboim con un programa que incluirá el Adagio de la Décima de Mahler y las Sinfonías N. 1 y 5 de Beethoven -archiconocidas obras que ya se han escuchado esta misma temporada en el coliseo-. Las entradas para este concierto (31 de julio. 21.00 horas) tendrán precios que oscilarán entre los 17 y los 45 euros y su compra será a través de los cauces habituales.
No pasa por el mejor momento la Fundación Barenboim-Said y, sobre el papel, está en el aire la celebración en 2012 del décimo encuentro. El PP ya anunció hace unos meses, por boca de su portavoz en la Comisión de Cultura, Antonio Garrido, que eliminará esta institución si gana las elecciones autonómicas en 2012. En todo caso, los 2,4 millones de euros que maneja la Fundación -más del doble de los que tiene la ROSS para programar toda su temporada- la sitúan en el centro de una polémica cultural que se alimenta también de los controvertidos hábitos directoriales de Barenboim, encumbrado como un genio por algunos, criticado por muchos otros que no aprecian sus personales maneras de afrontar la música.
Promesa incumplida. Al panorama general se añade el hecho de que Barenboim no ha cumplido con la palabra dada en julio de 2010 durante su comparecencia en Pilas, en la que se comprometió a ofrecer un recital pianístico para "ayudar al presupuesto cultural andaluz". Concierto éste del que nadie sabe nada. Tampoco ha tenido ningún gesto con los conjuntos andaluces. Así las cosas, y tras los conciertos de su orquesta de alumnos en Ronda (30 de julio) y Sevilla, es posible que Andalucía diga adiós al argentino-israelí.
