Cultura

El Maestranza y La Fura sellan un pacto con Richard Wagner

el 29 oct 2010 / 17:52 h.

El elenco que hará realidad a partir del jueves próximo ‘El oro del Rin’ en el Maestranza presentó ayer la producción.

Resulta paradójico afirmar que la versión más moderna de la Tetralogía wagneriana sea a la vez la más fiel al texto. Así sucede con la propuesta que el conjunto catalán La Fura dels Baus ha concebido, obteniendo un éxito unánime en su estreno en Valencia en 2007, y que ahora se ofrecerá, a razón de un título por temporada, en el Teatro de la Maestranza. Al director artístico y musical del coliseo, Pedro Halffter, no se le ocurría ayer mejor manera de festejar el 20 aniversario del teatro que escenificando el monumental Anillo del Nibelungo, saga esencial en la historia de la ópera y "obra de arte total" al decir de su propio autor, Wagner.

Con un grado de implicación superlativo marca de la casa y con mucho de apuesta personal (de enorme coste para el coliseo, baste recordar que hasta el último momento estuvo en el aire su viabilidad), El oro del Rin, primera de las cuatro estaciones del Anillo, levantará el telón el día 4 -y repetirá los días 6, 8 y 10 de noviembre- con un grado de expectación tan imponente como la producción. Según Halffter, que definió este montaje como "el más espectacular que existe de la Tetralogía", las cuatro funciones programadas "están suponiendo un atractivo turístico enorme para la ciudad" dado el elevado número de espectadores de fuera que recibirá el Maestranza.

Una pista del interés que viene suscitando desde su creación esta puesta en escena la ofrece el hecho de que, en su versión en dvd, haya conseguido batir récords de venta dentro de su mercado. O que pronto vaya a poder verse en Japón, donde a buen seguro el público quedará fascinado ante la hipertecnologizada visión de La Fura.

Firmada por Carlus Padrissa -nombre histórico de la compañía- la producción "respeta profundamente la obra de Wagner". Y enlazando con las palabras del director Zubin Mehta, quien afirmó en su estreno hace tres años que "en el montaje no hay nada que Wagner no quisiera", Padrissa saludó efusivo el hecho de que a Halffter la ópera le dure 20 minutos menos: "No sabía que pudiera cambiar tanto la música según las distintas visiones de los directores. Estoy oyendo matices nunca percibidos", dijo.

Con todo y siguiendo la norma general de representación la función alcanzará las dos horas y cuarenta minutos sin descanso. La partitura no da esa posibilidad por lo que Halffter advirtió de la "necesidad de puntualidad" si no se quiere seguir el conjunto de la ópera en alguno de los televisores instalados en el teatro.Literariamente la carga simbólica de El oro es tan elevada que sobre ella han corrido ríos de tinta.

A la postre y tal y como concluyó el responsable de La Fura la ópera se pregunta y contesta sobre la siguiente cuestión: "¿Cómo puedes distinguir entre una persona buena y otra mala? Dale poder".Luego, claro está, vienen los matices. ¿Es realmente Alberich el malo del largometraje o sólo alguien que se deja guiar por sus deseos? El barítono Gordon Hawkins, que se mete en la piel del enano nibelungo, no lo tiene tan claro.

La ambigüedad persigue a muchos de los personajes de la obra, como al dios Wotan, a quien el bajo-barítono Jukka Rasilainen encarna "con enorme dosis de humanidad". Lo mismo sucede con su mujer, la diosa Fricka, aquí la mezzo rusa Elena Zhidkova para quien el papel "además de ser muy divertido supone interpretar una historia muy humana y actual pero camuflados de dioses".El elenco, formado por algunas de las voces wagnerianas más sobresalientes de la actualidad, se completa con Robert Brubaker (visto durante las históricas funciones de Doktor Faust de Busoni en 2008), Attila Jun, Stephen Bronk, Hans-Joachim Ketelsen y Keri Alkema, entre otros, sin olvidar la reivindicativa cuota de presencia española a cargo del tenor José Ferrero -que encarna al dios Froh- y de Júlia Farrés-Llongeras -como una de las hijas del Rin, Woglinde-. Papel aparte es el que merece la nutrida figuración de la obra "que realiza una labor increíble con maniobras impensables sobre el papel", según Pedro Halffter.

LA FURA: "RESPETAMOS LA MITOLOGÍA DE LA NARRACIÓN"

 Humanizar el Anillo es algo que ha hecho ejemplarmente el escenógrafo Hans Neunfels y otra buena nómina de directores de escena. Carlus Padrissa, de La Fura, quería en cambio "respetar la mitología": "Trabajamos intensamente sobre la luz y los espacios", elementos que tienen mucho en común con la trayectoria teatral de la compañía. De este modo se configura un espectáculo que parece trasladar la Tetralogía a un clima fantástico. "Ésta es una obra 100% de la Fura", concluye. Por eso quienes la contemplen se verán sacudidos por la visión de imponentes vídeos, artilugios tecnológicos, construcciones voladoras y robots.

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