Toros

"El maestro Rafael de Paula me llegó a decir que le dolía mi carrera"

Alfonso Oliva Soto, joven matador camero, ha dejado atrás su lesión de rodilla.

el 23 feb 2014 / 20:49 h.

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15526623Con la salida de los carteles de Sevilla a la vuelta de la esquina, Oliva Soto intensifica sus entrenamientos después de demasiados meses en el dique seco. Su maltrecha rodilla ya responde y el diestro camero está dispuesto a volver a la cancha. Es consciente de la complejidad del momento que atraviesa la Fiesta aunque su punto de mira está colocado en esa puerta que se mira en el Guadalquivir que envenena los sueños de todos los toreros. La recuperación de la rodilla se ha complicado más de la cuenta... Lo importante es que ya está bien y responde correctamente. Voy a empezar a tentar y a estar en el toro. Eso es lo que me gusta y lo que me hace feliz pero ha sido mucho tiempo de rehabilitación, tres operaciones… Gracias a Dios todo ha pasado y me encuentro muy fuerte. Las cosas se complicaron. ¿Qué ha pasado en estos meses? Tenía una infección. Toda la rodilla se me llenaba de pus y tenían que limpiarme con suero fisiológico. A veces necesitaban hasta 50 litros. Ha sido complejo: la lesión afectaba a los ligamentos y el menisco -como le pasó al maestro Espartaco- pero ya estoy bien. ¿Cómo se produjo la lesión? Me llevé un porrazo al entrar a matar en una corrida de toros. Fue en el ruedo francés de Orthez, el 28 de julio. Al principio no le di demasiada importancia y seguí toreando pero la rodilla me bailaba, no me tenía, hasta que tuve que parar. Con los carteles de la Feria de Sevilla a la vuelta de la esquina, ¿cómo se vive esa incertidumbre? Desde novillero he caído bien en Sevilla. Unas veces he cortado orejas y otras veces he pinchado faenas que me podrían haber supuesto ocho o diez trofeos más. Yo sé que a lo mejor no merezco tres tardes y es por mi culpa, por mis fallos. Pero sí considero que puedo estar perfectamente en una, incluso en dos. El año pasado se quedó fuera de Sevilla. ¿Le afectó anímicamente? Sí, claro que me afectó. Sobre todo al principio. Cuando ves los carteles y compruebas que no estás te haces muchas preguntas. Pero si se quedan hasta las figuras fuera y todo pasa, a la larga tendrás recompensa si de verdad vales. Fui a Madrid con mucha ilusión; a Zaragoza también y estuve a buen nivel pero tampoco terminé de cortar las orejas aunque dejé un buen sabor de boca para volver este año. La anunciada ausencia de las primeras figuras podría abrir huecos en el abono a otros diestros. Podrían ser huecos para toreros que, como yo, llevamos algunos años de alternativa pero no podemos torear un número largo de corridas. No hace tanto, 25 corridas de toros era torear poco y ahora supone un número importante. Actuar en diez o doce corridas por temporada te va curtiendo pero sigue siendo un número cortito. Hay que aguantar ese tirón hasta que una plaza con repercusión como Sevilla o Madrid te dé el último empujón. No sólo se trata de tener triunfos o estar bien, se trata de tener rotundidad, de cortar las orejas. Hay toreros que dicen que el banquillo les ha ayudado a curtirse pero, ¿llega a desesperar? Sí, a veces te desesperas porque te ves preparado y sabes que caes bien en la gente. Ahí vienen las preguntas. Pero las empresas mandan. A mí me apoderó una casa importante de novillero que me permitió torear mucho. Pero sigo siendo el mismo y creo que toreo mejor. Si antes estuve en todas las ferias, ¿por qué no voy a estar ahora? Soy muy joven todavía…. Sigue manteniendo un grupo fiel de seguidores, gente que espera y confía en Oliva Soto. Es verdad, cuando creen en ti de verdad no tienen por que irse. Hay gente que me ha demostrado una gran fe y han estado siempre, si he toreado una como si he toreado diez. Pero Sevilla es especial y sé que aquí tengo partidarios que me siguen esperando. Una de las cosas más bonitas que me pasó el año pasado es que Rafael de Paula mostrara interés en conocerme. Al principio creía que todo era una broma. No me creía que el maestro Paula quisiera encontrarse conmigo. Se acordaba de una novillada que yo toreé en San Fernando. Para mí es el mejor que ha toreado y que un torero tan grande admire o respete mi toreo te otorga confianza en ti mismo. Paula decía que mi carrera le dolía, que me habían puesto con toros a contraestilo. Le invité a venir conmigo cuando toreara. El toreo atraviesa un momento extraño, viciado... Hay avances, salen carteles, se hacen ferias cerradas… falta ese factor sorpresa de otro tiempo. En otras épocas se apostaba por toreros jóvenes, se les abría hueco entre los grandes. Dicen que Ordóñez pedía que le pusieran a Fuentes cuando venía despuntando. Ahora no es así. Si no estás dentro de una gran empresa es complicado romper esa dinámica. Eso no quiere decir que los que están dentro no se lo merezcan, hay que tener condiciones y ganártelo pero hay algunos que se lo ganan más que otros…. Sevilla es su plaza... Cuando debuté con Cayetano y Julio Benítez sólo corté una oreja. Parece poco para lo que yo sentí aquel día pero si hubiera matado bien a aquellos novillos podría haber abierto la Puerta del Príncipe. Después corté dos orejas a una novillada de Ortega Cano y de matador, un 15 de agosto, corté otro trofeo en una tarde de gran importancia profesional. Ese día lo tuve claro después de 14 meses sin torear. Después, con la del Conde…. siempre hablamos de ese si lo hubiera matado, si podría haber sido... podría haber alcanzado el milagro; yo creía que abría la Puerta del Príncipe. Son momentos en los que te ayuda el toro y la gente está contigo. No se trata sólo de encontrarte preparado.

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