I. C
Aunque ya ha tenido tiempo de tomar el pulso a la provincia desde que se incorporó en octubre, el coronel Laurentino Ceña tomó ayer posesión como jefe de la comandancia de la Guardia Civil en un acto solemne en el que su general le encomendó prioridad en la lucha contra el maltrato y los ataques al patrimonio.
Nacido en Asturias hace 53 años, Laurentino Ceña Coro, casado y padre de tres hijas, procede de la comandancia de Tarragona y ha cumplido 31 años de profesión. Ha recibido numerosos reconocimientos, sobre todo por su labor como piloto de helicópteros, que lo ha llevado a realizar un gran número de rescates en la montaña.
El sucesor del coronel Vicente Romero -que pasó a la reserva el verano pasado- afirmó que quiere que su labor al frente de la comandancia sevillana se distinga por la proximidad al ciudadano y por la profesionalidad, "que obliga a cada guardia civil, sea cual sea su empleo, a mantenerse constantemente instruido para el mejor cumplimiento de sus obligaciones profesionales".
Por su parte, el general Antonio Dichas le encomendó, durante un discurso en el que alabó su "variado bagaje", que ponga especial atención a los delitos contra el patrimonio, propios del área de influencia de la Guardia Civil, y los malos tratos, que en las poblaciones pequeñas todavía están sumergidos por el temor de las mujeres a denunciar. Dichas también le anticipó que en su demarcación investigará "formas más graves de delincuencia", y que deberá hacerlo intentando reducir el tiempo de respuesta y mejorando los mecanismos de atención a los ciudadanos.
Por su parte, el delegado del Gobierno, Juan José López Garzón, le recordó la responsabilidad que conlleva el deber de proteger "a más de 815.000 ciudadanos", pero también le animó con las cifras, ya que Andalucía mantiene una media de 29,2 delitos por cada mil habitantes, frente a los 36 de la media nacional o a los 70 que se dan en Europa.
López Garzón aprovechó para adelantar que la delincuencia en Sevilla ha bajado "en torno al 3%" en 2007 respecto al año anterior, y que el Instituto Armado tiene cubiertas el 95% de sus plazas, unos 2.000 efectivos, que se están reforzando con las convocatorias especiales del Estado para compensar el descenso de efectivos registrado hace años, que ha remontado en la última legislatura.
A la toma de posesión, que incluyó el tradicional homenaje a los caídos y un desfile, asistieron autoridades civiles y militares como el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Faustino Valdés; la delegada de Justicia, Francisca Amador, o la fiscal jefe, María José Segarra.
