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El maltrato se desata a la vejez

Instituciones y expertos alertan de un recrudecimiento del maltrato de género a partir de los 64 años. Los casos más graves, con víctimas mortales, crecen en la tercera edad.

el 19 dic 2009 / 19:17 h.

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El pasado septiembre, un hombre de 61 años mató a su ex mujer y confesó el crimen en Vélez-Rubio (Almería)

Si en algo coinciden quienes trabajan de cerca con la violencia de género es en que es una lacra social que no distingue entre clases sociales, niveles económicos, zonas rurales o urbanas, en definitiva, sin un perfil de agresor y víctima, ni siquiera en la edad. Sin embargo, y aunque el porcentaje mayoritario -al menos el que se denuncia y por tanto del que se tiene constancia estadística- se sitúa en las edades medias, lo cierto es que instituciones y expertos alertan de un repunte en los extremos y, sobre todo, de un recrudecimiento del maltrato a partir de los 64 años. Por un lado, las conductas de violencia física o psicológica son cada vez más frecuentes entre parejas muy jóvenes pero los casos más graves, con víctimas mortales, crecen entre la llamada tercera edad.


En 2009, siete de los 12 asesinatos machistas registrados en Andalucía fueron cometidos por agresores mayores de 60 años, el último a principios de este mes en Cóbdar (Almería) cuando un octogenario mató a su mujer enferma con depresión y a su hermano discapacitado, tras lo cual se suicidó, una conducta repetida en al menos otros dos casos registrados en matrimonios de avanzada edad. El año pasado, en esta franja de edad se produjeron tres de los nueve crímenes.


A nivel estatal, de los 52 homicidios de este año, once fueron perpetrados por mayores de 64 años, lo que representa un 21,2% del total. La cifra se ha ido incrementando progresivamente pues en el año 2000 apenas representaban el 7% o en 2006 el 12%, pero siempre ha existido. El marido y asesino de Ana Orantes, cuyo crimen en 1997 tras denunciar su caso en televisión despertó la conciencia social contra la violencia de género, también superaba esa edad.


La antropóloga Evelina Zurita, autora del libro Del Limbo al Infierno. La construcción social de la violencia en las parejas, lleva un año entrevistándose con más de medio centenar de agresores internos en la cárcel de Huelva y reconoce que, aunque cada vez se está dando más la violencia machista en jóvenes y se está acortando el tiempo en que ésta aparece -de siete a diez años a relaciones de apenas dos-, "en los casos más graves hay cierta prevalencia de hombres mayores".


A su juicio, los mecanismos que llevan a la violencia de género a estas edades difieren de lo que ocurre entre los jóvenes. "En los mayores, detrás hay un modelo de la mujer como posesión en el sentido tradicional. En los jóvenes, el espíritu consumista de la sociedad actual se extiende a ver a la otra persona como un bien igualmente consumible", explica. Con frecuencia, la violencia se manifiesta cuando ellas deciden dejar la relación.Los valores tradicionales no sólo pesan en los agresores sino también en las víctimas, de ahí que tras muchos asesinatos después de 20 ó 30 años de relación haya "muchas veces décadas de malos tratos que no se conocían en el entorno o las mujeres no se atrevían a denunciar por su dependencia económica o emocional", reconoce Fernando Gálligo, psicólogo del centro provincial del Instituto de la Mujer en Málaga.Gálligo subraya que los maltratadores de esta edad tienen muy interiorizada la cultura machista de la superioridad y la posesión de la mujer porque "forman parte de su socialización, se han educado en ellos y los tienen muy asumidos". Sin embargo, recientemente acaba de publicar el libro Mi chico me pega pero yo le quiero donde alerta precisamente del incremento de la violencia entre jóvenes menores de 25 años y explica que, en contra de lo que pudiera parecer, las jóvenes tienen bastantes dificultades para reconocer una situación de maltrato y mucho más para denunciar."Aunque teóricamente se han educado en un contexto diferente, en general ellas han evolucionado más que ellos. Creen que hay una igualdad real y se ha avanzado, sobre todo en la igualdad legal, pero sigue habiendo muchas posturas machistas y luego a esas edades se tiene sobrevalorado el amor romántico y aparece el control por móvil y el messenger, de la ropa, aislarlas de sus amistades... y las chicas lo justifican porque sus amigas están igual, o porque ellas son celosas", explica.En este sentido, Gálligo destaca que aunque las mujeres mayores pueden llevar años sufriendo malos tratos en silencio "cuando lo reconocen, sí suelen pedir ayuda especializada".

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