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El Manchester United, primer finalista

El Manchester United de Cristiano Ronaldo se deshizo sin demasiadas dificultades del Arsenal (1-3) en la primera semifinal de la Liga de Campeones y espera ya al vencedor de la eliminatoria entre Chelsea y Barcelona.

el 16 sep 2009 / 02:18 h.

El defensor de la Copa de Europa, un Manchester United arrollador y más favorito que nunca, hizo añicos en el Emirates el perenne sueño europeo de un Arsenal impotente, al que sentenció ya en el primer tiempo y aplastó por un 1-3 que lleva al campeón a otra final de Champions.

La solidez, la efectividad, la magia que han coronado las últimas temporadas al equipo de Alex Ferguson dieron pocas opciones a su anfitrión. El líder de la Premier anuló de un plumazo, y en menos de un cuarto de hora, cualquier intento de su rival por hacer burla a los pronósticos.

Esta vez no funcionaron el entusiasmo y la combinación de talento y juventud de la que tanto presume Arsene Wenger. El Arsenal no pudo con un United que marcó el tempo desde el arranque; que esgrimió sin mácula sus armas más poderosas y que silenció las gradas con sus inagotables recursos.

Los gunners tuvieron un arranque prometedor, mientras un United templado aguardaba su momento. Y llegó, sin tardar demasiado. El Arsenal, que atraviesa en la Premier un momento dulce, con 21 partidos sin perder -y en Europa, hasta ayer, llevaba 24 encuentros invicto como local- encajaba un doloroso revés a los 8 minutos de partido. Un resbalón de Gibbs lo aprovechó el coreano Ji-Sung Park (0-1).

No hubo tiempo para reponerse del susto. Ronaldo iba lanzado y ahora le llegaba su turno de contribuir al marcador. Sin esperar más de tres minutos, el portugués arremetió con un golpe franco ante el que nada pudo hacer Almunia, que evitó una sangría en Old Trafford en la ida y que ahora se veía desbordado con sólo 13 minutos disputados.

De poco servía el empeño de Adebayor por nivelar el partido si se topaba con la solidez férrea de Rio Ferdinand o las internadas de Walcott. Al Arsenal tampoco le salvó la visión de juego o el temple desde el medio campo del internacional español Cesc Fábregas, que se quedó sin su soñada final europea.

El paso por vestuarios no mejoró el destino de un Arsenal cada vez más alicaído, más rendido ante la evidencia. El artífice de los peores sueños del equipo de Wenger, prácticamente rendido a lo evidente, fue, otra vez, Ronaldo, omnipresente, que remató con éxito una jugada comenzada por Park que pasó por Rooney y desembocó en el jugador luso.

Una entrada en el área de Fletcher sobre Cesc costó la expulsión por roja directa al escocés, concediendo un penalti al Arsenal, que transformó en el minuto 76 Van Persie. Poco más hubo.

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