Los dos hermanos se verán las caras para cerrar una temporada de ilusiones. / Pedro Rodríguez de la Vega Los vestidos de torear ya están preparados en las sillas y pronto serán encerrados los seis ejemplares de los hierros de Osborne, Albarreal, Murube y Buenavista que servirán para dirimir un mano a mano muy especial que enfrenta a los hermanos Jiménez. Javier, como matador; y Borja, aún novillero, ya son dos de los valores más sólidos de la emergente cantera sevillana. El mano a mano cierra un año plagado de satisfacciones... Javier: Ahí está mi caso. Mi alternativa en Sevilla no estaba nada clara y salió. Fue una tarde soñada, no sólo por el escenario y el cartel; también porque se saldó con éxito. Después vino una campaña de rodaje, de asentarme en el escalafón. He toreado seis corridas que es una cifra que no está nada mal en la situación actual. He madurado como torero y como persona y al torear menos también te das cuenta de que esto no es tan fácil. Después del zambombazo del 1 de mayo estuvimos hablando en la placita de Coria. A partir de ahí todo cambió muy rápido Borja: Ha cambiado para bien. Creía que iba a ser una temporada de muy pocos festejos pero después de aquella Puerta del Príncipe he logrado sumar 31 novilladas. Una sola tarde cambió todo por completo. Es obligado evocar aquel día. Fue la cumbre del año en Sevilla. B: Aquel día se juntó todo. Los novillos embistieron, Garrido y yo nos entendimos con ellos y los matamos bien todo estaba a favor. Que se junten esas circunstancias es muy difícil y aquella tarde pasó. Después llegó la repetición en mano a mano con Garrido: El ambientazo que se vivía en el tendido era increíble. La novillada no terminó de embestir ese segundo día pero todavía tengo el regusto de la Puerta del Príncipe. ¿Le habría gustado torear otra tarde más en Sevilla? B: Pues sí, me habría gustado hacer otro paseíllo. Me he sentido muy cómodo en la plaza las dos tardes. Creo que he conectado muy rápido con el público y estoy deseando volver para sentir lo mismo. Hay que volver a la alternativa de Javier. El gran público descubrió sus posibilidades y su evolución. J: Los profesionales ya lo habían podido ver en el campo pero para el gran público pudo ser una sorpresa. Y es verdad, a raíz de vincularme a José Luis Peralta he notado un cambio tremendo. Se lo debo a él. Tiene un gran concepto del toreo y lo sabe transmitir. José Luis me ha hecho evolucionar y me ha enseñado a ver el toreo de otra forma, como algo más sentimental, como un medio de expresión. Ese día se pudo ver y se ha visto a lo largo de todo el año. Qué trabajito costó verle hacer el paseíllo en Sevilla... J: Sí que costó. El año anterior no pudo ser y al final fue para bien. Hubo un año extra de novillero que me sirvió para triunfar en Valencia, Sevilla y Madrid. Este año parecía que no iba a ser posible pero gracias al apoyo de la Juventud Taurina, de la Tertulia Taurina Universitaria y la Unión de Abonados se tomó en consideración y se acabó cerrando la alternativa. Por eso queremos hacer este mano a mano, retomando la fecha del año pasado. Tenemos tanto apoyo de los jóvenes taurinos de Sevilla que queremos transformar todo esto en una fiesta para ellos. Con o sin fiesta, os vais a arrear. B: Cualquiera que nos conozca sabe bien que no nos gusta perder la pelea. Somos dos personas de raza que nos picamos en cuanto vemos que el otro puede estar por encima. Ése es el atractivo de este festejo, cada uno arreará todo lo que pueda con sus propias armas. La alternativa de Javier está cerca pero también hay argumentos para preparar la de Borja con un buen cartel y en la plaza de Sevilla. B: Tengo pensado tomarla a principios de año aunque también dependerá del criterio del apoderado que se haga cargo de mi carrera. En estos días cerraremos algo y entonces plantearemos la temporada. Me veo preparado para hacerme matador y quiero hacerlo prontito. Me haría mucha ilusión que fuese en Sevilla pero sobre todo un cartel en el que estuviese el maestro Espartaco y mi hermano. Si no, me gustaría que fuera Castella o El Juli. Espartaco va a matar mañana cuatro toros en Palos. Eso suena a prueba definitiva... B: Estos días he podido ir con él al campo y la verdad es que está sobrado. Ya lo conocemos pero está en un momento buenísimo y si se echa para adelante estaría encantado de que fuera mi padrino. Más allá del traje de luces, los hermanos Jiménez tienen una vida familiar muy rica y muy normal. En casa deben andar locos J: Están muy contentos. Hemos pasado años más difíciles y esta temporada, con mi alternativa y el éxito de mi hermano hemos podido disfrutar todos mucho. Mis padres lo pasan regular: ven nuestro esfuerzo diario, el sacrificio y a veces las cosas no salen pero ellos sólo quieren vernos felices y nos respetan. B: Antes de empezar la temporada celebramos las Bodas de Plata de mis padres. Mi padre dijo que éste sería el año de la familia Jiménez y no se equivocó. ¿Y la Universidad? J: Borja ha aprobado todo. B: Sí, empiezo curso nuevo pero ha supuesto un gran esfuerzo. Me levantaba todos los días a las 6, hacía entrenamiento físico y me iba a clase hasta las dos. A las cuatro ya estaba entrenando y volvía a estudiar más tarde. Los sacrificios han tenido recompensa. Veo a dos jóvenes felices. B: Somos felices con lo que hacemos y cuando te esfuerzas tanto, sacas la fuerza de voluntad necesaria y salen las cosas pues no se puede estar más contento. J: Nos dedicamos a algo que nos gusta, nos sentimos realizados, tenemos al lado amigos y profesionales muy buenos, nuestra familia está muy unida y nos apoyamos mucho en ella. Somos capaces de hacerlo y disfrutamos con ello. ¿Cómo no vamos a estar felices?