"Soy musulmán y mauritano, pero no un animal porque la violación es un acto de animales y yo no lo soy". Así defendió su inocencia El Moctar Ould Abderrahmane, de 42 años, en la vista celebrada ayer en la Audiencia Provincial de Cádiz.
La Fiscalía pidió ayer que continúe en prisión provisional el marido de la menor mauritana que ha sido condenado a 13 años por agresión sexual a su esposa. El reo se encuentra en la cárcel desde el mes de junio de 2007, cuando la niña presentó la denuncia, y casi dos años después el Ministerio Público ha pedido que se prorrogue esta medida a seis años y nueve meses. Se basa en el riesgo de fuga ante la "falta de arraigo" de este hombre, que residía en Mauritania y que acudió a Puerto Real, donde vive la joven, por un viaje de negocios. También considera que la gravedad de la pena que le impone la Audiencia puede favorecer su huida.
La defensa propuso que se le retire el pasaporte y que su cliente facilite un domicilio para eludir la prisión. El letrado exigió ayer que se garantice el derecho de presunción de inocencia de su representado mientras que la sentencia, que ha sido recurrida al Tribunal Supremo, no sea firme. Considera que si sigue en prisión se vulneraría además el principio de igualdad porque recientemente el mismo tribunal ha decidido que continúe en libertad la madre de la menor a la que se le impuso una pena muy superior, de 17 años y medio, por amenazarla y forzarla a mantener relaciones sexuales con su marido.
El Moctar negó en todo momento haber abusado de la niña a la que acusó de mentir en su testimonio que, a su juicio, estaba lleno de contradicciones: "Si mi delito es casarme con una chica de 14 años, lo admito, porque lo permite mi cultura, mi religión y mis costumbres. Pero nunca la he obligado o maltratado. Nos hemos casado como una pareja normal".
Insistió en que su declaración forma parte de una estrategia diseñada por la familia de acogida para quedarse con su custodia. "Si mi mujer quiere el divorcio puede pedírmelo. Y si se quiere casar con otro hombre no hace falta destrozar mi vida. Sólo tiene que pedírmelo", señaló. La madre de la niña, Hawa Meint Cheik El Bou, a las puertas de la Audiencia, aseguró que el primer paso para que se haga justicia es que su hija sea trasladada a un centro de la Junta, lejos de quienes la "manipulan".
