Un Martes Santo de reencuentros. Si la lluvia del año pasado nos robó esa estampa, para este año la jornada de hoy nos traerá, con la venia del buen tiempo, aquellas imágenes en blanco y negro de los años 60 y anteriores de misterios y palios racheando bajo las catenarias del tranvía en alegre convivencia. El Cerro, Los Estudiantes y La Candelaria darán vida a estas estampas.
Los martes santo amanece antes en El Cerro del Águila. Allí, sus vecinos se levantarán esta mañana sin tener que mirar al cielo. Su estación será de estrenos después del fuerte aguacero que les cayó el año pasado nada más salir. Túnicas nuevas para la mayor parte del cuerpo de nazarenos, dos insignias por gentileza de otras hermandades como La Hiniesta y la Sagrada Cena y, hasta una cruz para el Crucificado del Desamparo y Abandono. También será novedoso su transitar, a la ida, por los nuevos escenarios del Centro después de la metamorfosis sufrida a raíz de la llegada del tranvía.
Pero no será la única corporación que plantará cara a las polémicas catenarias en el entorno de Puerta de Jerez. La cofradía universitaria descenderá esta tarde la cruz del Cristo de la Buena Muerte en este punto, en su camino a la calle San Gregorio. No habrá lo mismo en la desembocadura de Barcelona con Plaza Nueva. Allí, Los Estudiantes dará un rodeo por Méndez Núñez, Magdalena y Rioja para alcanzar la Campana. El cortejo desfilará tanto a la ida como a la vuelta por la lonja del Rectorado, saliendo por María de Padilla. El palio de la Virgen de la Angustia estrenará el bordado del faldón delantero, que sigue el diseño de las bambalinas y el manto soñado por Joaquín Castilla para esta dolorosa.
La Candelaria será la tercera que, ya de madrugada, cruce la zona de Puerta de Jerez y San Fernando en su discurrir hacia los Jardines de Murillo. Allí, brillarán a la luz de la candelería del palio los bordados de la saya de la Virgen, recientemente restaurados por José Antonio Grande de León.
Niños en los Javieres. También será hoy el día de los más pequeños en el barrio de la calle Feria. Por primera vez en su cincuentenaria historia el austero cortejo de Los Javieres contará con un tramo de niños. La cofradía hace cantera de cara a otros cincuenta años más. Pero, sin duda, otra de las grandes novedades del martes viene rubricada por San Esteban. La ojiva del templo de la Puerta Carmona acariciará el restaurado palio de la Virgen de los Desamparados, cuyo techo ha sido recuperado en los talleres de José Antonio Grande de León.
Polémica ha sido la reposición de la gloria con la Virgen del Rocío, que ha obligado a embutir a la dolorosa en su peana para no tener problemas en las levantás. También, las caídas del palio han sido limpiadas por Moreno Bernal de Rota.
No tendrán problemas con las dimensiones los tres pasos de San Benito. La puerta de la parroquia de La Calzada ha ganado en holgura después de la instalación de una nueva. El Dulce Nombre y Santa Cruz cerrarán una jornada de capa y ruán.
