-¿Cómo se siente al saber que una calle de la localidad va a tener su nombre?
-Muy agradecido, ya que algo así queda para la posteridad y después de trabajar tantos años en el Ayuntamiento por los utreranos, esto es algo que van a poder disfrutar mis hijos y nietos. Me ha sorprendido que la iniciativa parta del actual gobierno andalucista, por lo que el agradecimiento es doble.
-Es un buen homenaje, ¿no?
-El mayor homenaje que puede tributar un pueblo a su alcalde es poder pasear tranquilo por la calle y que la gente te siga saludando, y eso me ha pasado a mí.
-¿Cuándo empezó en el mundo de la política?
-Después de ser concejal en los últimos años del régimen franquista, en 1977 formé parte de un grupo de 30 personas independientes, sin afiliación política, que pensamos que con las primeras elecciones democráticas llegaba un momento inmejorable para trabajar por Utrera. A finales del 78, el PSOE de Sevilla tomó contacto con este grupo y se creó una lista mixta con personas del partido socialista e independientes, aunque al final la mayoría terminamos ingresando en las filas del PSOE.
-¿Cuáles son los recuerdos más importantes de su etapa como alcalde?
-En 1979 configuramos el diseño de la ciudad, con el arreglo de calles que eran de albero, creando infraestructuras, polígonos industriales... Y todo ello sin contar casi con medios económicos. Entre otras obras, recuerdo especialmente la del polideportivo cubierto de Consolación, el teatro municipal Enrique de la Cuadra, la Casa de la Cultura y el primer polígono. Desde el punto de vista personal, fue muy emotivo para mí la concesión de la medalla de oro a la Virgen de Consolación y a Jesús Nazareno, además de ayudar a muchas personas que se acercaban por el Ayuntamiento.
-Si regresara a 1978, ¿volvería a aceptar el cargo de alcalde?
-Ser alcalde de un pueblo como Utrera es duro, pero sí, volvería a hacer lo que hice y a ocupar ese cargo, porque lo más importante en la vida es poder trabajar por mis convecinos, con virtudes y defectos, aunque si pusiera los logros y los fallos en una balanza, creo que serían mayor las cosas a favor que en contra.
-¿Cómo ve la política de hoy?
-El Ayuntamiento es un búnker, es muy complicado para los ciudadanos poder acceder a concejales y alcalde, y casi hay que hacerlo a través de una instancia.
-Otra cosa es el enfrentamiento entre los partidos...
-Pues creo que, a pesar de la confrontación normal, hay que saber diferenciar y no ser sectario. Yo me he llevado bien con todos los miembros de la oposición, y hay que saber darles su sitio.
