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El mejor ataque es la defensa

El Sevilla se planteó el pasado verano solucionar sus problemas en defensa y lo ha logrado. De ser la línea más vulnerable del equipo ha pasado a ser la base de los éxitos, de contar con efectivos cuestionados ha pasado rotar con acierto con cada jugador que sale.

el 15 sep 2009 / 17:05 h.

El Sevilla se planteó el pasado verano solucionar sus problemas en defensa y lo ha logrado. De ser la línea más vulnerable del equipo ha pasado a ser la base de los éxitos, de contar con efectivos cuestionados ha pasado rotar con acierto con cada jugador que sale. Y de momento, los números son de campeón... de Liga.

Tras el partido de Almería, el director deportivo del Sevilla, Monchi, recordó que "los grandes equipos que ganan títulos son los que no encajan goles", una virtud que de momento está poniendo en práctica, y de qué forma, el equipo de Manolo Jiménez, que es actualmente el segundo equipo menos goleado de la Liga, tras el Villarreal (3), y el que menos ha recibido fuera de casa (1).

Gracias a este buen momento de la zaga, el conjunto hispalense acumula una envidiable media de tantos encajados en la Liga de 0,57 tantos por partido (0,4 teniendo en cuenta todos los partidos oficiales de la temporada). Este registro supera y mucho a los de los últimos campeones de Liga en España y mejora incluso a los campeones de la historia del campeonato nacional con mejores guarismos defensivos, esto es, al Real Madrid (87/88 y 64/65), y al Valencia (70/71), ambos con 0,6 tantos recibidos por encuentro.

siete partidos a cero. Junto a este envidiable registro el Sevilla acumula otros de igual lustre, como el de siete encuentros consecutivos (cinco de Liga y dos de Copa de la UEFA) sin encajar un solo tanto.

Es más, en los últimos seis meses solo tres equipos han sido de marcarle algún tanto, el Athletic, el Racing y el Sporting. Desde el 19 de abril pasado, fecha en la que el Sevilla perdió su último encuentro ante el Almería en el Sánchez Pizjuán, ha recibido cinco goles en 14 partidos oficiales (a 0,3 por encuentro). Por si fuera poco, Palop ha batido el récord de imbatibilidad del club, que ahora ostenta él con 495 minutos, y el equipo ha hecho lo que nunca antes, mantener la portería a cero cinco partidos seguidos en el campeonato de Liga.

La mejoría defensiva del Sevilla es el principal responsable del mejor arranque nervionense de su historia en la Liga. Ni los 17 puntos actuales ni las cinco victorias y dos empates de los hombres de Jiménez tienen parangón en los 103 años de vida del club. La campaña que más se le acerca es la 1990/91, con cinco triunfos, un empate y una derrota.

Luego, a distancia, le siguen los cuatro triunfos y tres empates de las temporadas 1945/46 y 1947/48. En cuanto a goles recibidos, la marca de este año solo la superan los tres tantos recibidos en las 1970/71 y 1969/70, aunque en ambos casos con menos goles a favor de los nervionenses.

Lo cierto es que, a tenor del dinero invertido por el Sevilla en remodelar su maltrecha defensa, era de esperar una mejoría esta temporada. Los alrededor de 22 millones de euros gastados en los defensores (9 en Konko, 6,5 en Squillaci y otros 6,5 en Fernando Navarro) han dado como resultado seis goles menos encajados, en los mismos partidos, que en la temporada pasada, cuando Palop ya había tenido que recoger la pelota de la red en diez ocasiones.

Otro de los secretos de la mejoría de la zaga sevillista es el buen nivel que está mostrando el 'fondo de armario' de la retaguardia. Manolo Jiménez ya ha hecho debutar a todos sus futbolistas de esta línea, y con todos ha logrado resultados. Ha alternado a Squillaci y Escudé con David Prieto, a Fernando Navarro con Dragutinovic y a Konko con Mosquera y Crespo. De momento, cada uno en su nivel, ha respondido al técnico.

La lesión de Javi Navarro el año pasado dejó huérfano al Sevilla de su potencial en el juego aéreo, y la pasada Liga lo notó bastante. Con el ascenso de David Prieto, la llegada de Squillaci y la aportación cada vez mayor de Konko en estas acciones, las jugadas a balón parado ya no son una preocupación.

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