El mejor palio de cuantos procesionan en la Semana Santa de Utrera lucirá como nuevo la próxima primavera. Lo espera así, al menos, la Veracruz, que se encuentra inmersa en la ejecución de la última fase de restauración de esta importante pieza, que hará lucir sus bambalinas laterales como ya lo hicieran al ser confeccionadas hace más de un siglo. El encargado de elaborar este trabajo es el bordador de Utrera Jesús Migueles.
El artista explicó que las labores se resumen, básicamente, en la limpieza del bordado original, la retirada del hilo que se encontraba en mal estado, "que era la mayor parte del mismo", la sustitución de éste por uno nuevo y el pasado también a otro terciopelo. "Las piezas que están utilizándose son las mismas que existían, pero habiendo sido restauradas por completo", aclaró el bordador en relación al trabajo que está desarrollando.
El proyecto afecta a las caras exteriores e interiores de las bambalinas del palio que, cuando esté concluido, ofrecerá una imagen rejuvenecida de los bordados, aunque manteniendo por completo el diseño y las piezas originales. Y es que, según indicó el hermano mayor de la cofradía, José Simón, consideran que una corporación como ésta, "con el patrimonio tan rico que tiene y que nos dejaron nuestros antepasados, debe conservarlo y mantenerlo, en lugar de hacer cosas nuevas, aunque aquello resulte bastante más costoso".
De este modo, si todo sale según lo previsto, el Viernes Santo de 2010 podrá contemplarse finalizado un proyecto que se inició en los años 80 del siglo pasado, y que comprende tanto el manto como las bambalinas y el techo del palio.
Concretamente, el palio que cobija a la Virgen de los Dolores es obra de las hermanas Antúnez, con diseño de Manuel Beltrán. Fechado en 1884, está realizado en oro a realce sobre terciopelo negro. No obstante, no fue hasta 1922 cuando la cofradía de San Francisco lo adquirió, a través de un anticuario, después de que perteneciera al Cachorro de Sevilla. Se lo vio procesionando en Utrera por primera vez un año después de su compra.
Inmerso de lleno en la restauración, de la que el bordador dijo tener "mucho trabajo", se mostró "muy contento e ilusionado" por el proyecto, y agradeció a la Veracruz la "confianza depositada" en él para este encargo. Es el segundo trabajo importante encargado por la cofradía a este artista, tras la restauración del estandarte, que pudo verse en la pasada Semana Santa.
En relación a la manera en que la corporación afrontará la financiación de las tareas en las bambalinas, el hermano mayor señaló que las personas que lo deseen pueden colaborar económicamente. "Deben dirigirse a la iglesia de San Francisco los martes, jueves y viernes por la tarde, indicando a las personas responsables que quieren aportar su donativo, para lo que existe una fotografía a tamaño real de una bambalina, cuadriculada, donde los colaboradores pueden dejar escrito su nombre", concluyó.
