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El menú solidario de la Navidad

El comedor de San Juan de Dios preparará hoy la cena de Nochebuena para 140 personas.

el 23 dic 2010 / 18:45 h.

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Unos 80 voluntarios colaboran con el comedor social en la calle Misericordia, 8.

El comedor social de San Juan de Dios recibe al día a unas 140 personas que no disponen de recursos para comer. Hoy será un día especial y, para celebrarlo, la obra social ha creado un menú ex profeso. Entre la austera decoración navideña, los comensales probarán diversos entremeses, que corren a cargo de una pareja de recién casados que ha querido contribuir con la causa. Después, tomarán una sopa de picadillo y, de segundo, un lomo al horno con salsa de almendras y patatas parisinas. Tras el postre, cada uno de los asistentes se llevará una bolsa con dulces clásicos.

Hace poco más de dos meses que se puso en marcha este comedor social, coordinado por los hermanos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y la asociación sevillana Tú sí puedes. En este tiempo, la entidad ha conseguido la colaboración de 80 voluntarios e, incluso, tiene lista de espera. Abren sólo días laborables, de 13.00 a 14.30; al día atienden a más de cien personas en su salón para 44 comensales.

En total, han pasado por la antigua residencia de ancianos de la calle Misericordia, número 8, cerca de 500 personas. Aunque no todos se benefician del programa de alimentación. La obra social también ofrece un servicio de higiene, los lunes, miércoles y viernes, gracias a las cinco duchas de las que disponen. Aquí, también se proporcionan geles, champús, ropa interior nueva y muda limpia, además de mantas para el que lo necesite. Todo ello, gracias a las donaciones de la gente.

Las personas que acuden al comedor social viven circunstancias muy dispares, según el coordinador del comedor, Salvador Fuentes. Uno de los casos especiales es el de una pareja que vive en la calle. Ella tiene 51 años y está embarazada. Él tiene 45. “El otro día la mujer me preguntó que cómo era posible que su hijo pasase la Navidad en la calle”, relataba ayer Salvador.

El 80% de las personas que acuden al comedor son hombres. Sin embargo, las edades van desde los 25 a los más de 50 años. “No todos son mayores”, puntualizaba el coordinador, que añadió: “Antes acudían a los comedores transeúntes e inmigrantes sin recursos. Hoy en día, vienen todo tipo de personas que atraviesan una mala situación económica”.

La mayor preocupación de los responsables del comedor y los voluntarios que colaboran con la entidad es “la retirada de los 400 euros”. Según cuenta Salvador, al comedor acuden personas que cobran salarios sociales mínimos y, ahora, están “con las carnes abiertas” ante lo que pueda ocurrir. A pesar de esto, no temen un desbordamiento. “Estamos preparados”.

Pero la principal diferencia de este comedor es el servicio de trabajo social del que disponen y con el que realizan el seguimiento de los usuarios. “En el tiempo que llevamos aquí, cinco personas se han dado de baja en el programa de alimentos porque han encontrado trabajo”, contaba Salvador.Para el día 31, también se hará una comida especial, “cambiando un poco el menú”. Aunque el comedor lleva cerca de una semana celebrando la Navidad, gracias a las donaciones de las fábricas de dulces de Estepa, según Salvador.

También colaboran con ellos la Hermandad de los Panaderos –que dona el pan que se consume a diario, así como el horno donde se cocina–, el Banco de Alimentos, algunas hermandades que se hacen cargo de la comida de algunos usuarios y particulares.

En un futuro, los responsables de la obra social se plantean la posibilidad de crear una casa de acogida. Aunque Salvador reconoce que “no es fácil”, porque son necesarios muchos recursos y habilitar la casa para que cumpla con la normativa.

A pesar de esto, no falta generosidad y el número de voluntarios es “desbordante”. Sin embargo, Salvador recordó que también se puede colaborar donando recursos, como ropa y alimentos en el propio comedor social o en la sede de Eduardo Dato, número 42.

Como mensaje para las personas que estas fiestas vivirán malas condiciones económicas o sociales, Salvador les deseó una “feliz Navidad” y les recordó: “Aquí tienen las puertas abiertas”.

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