Apagón analógico.
El mercadillo de Alcosa se hará en la avenida Emilio Lemos el próximo domingo porque una obra de la Junta, que impidió que se celebrase la semana pasada, sigue sin permitir el acceso al recinto en el que lleva 30 años montándose. Y según la información facilitada a los afectados por la Empresa Pública del Suelo de Andalucía, EPSA, responsable de los trabajos, va para largo. Los vendedores han propuesto instalar tres filas de puestos en la cercana avenida Emilio Lemos, de 13 metros de ancho, dejando libres cuatro metros para la entrada y salida de vehículos. Si faltase sitio, los puestos llegarían hasta la calle Taiwán.
El área municipal de Infraestructuras para la Sostenibilidad, en manos de IU y responsable de la venta ambulante, ha dado su respaldo a la propuesta y ha recabado el visto bueno de la Policía Local, pero es una medida provisional: la idea es habilitar un acceso al recinto habitual la próxima semana "si el tiempo da una tregua", según fuentes del área.
"Vamos a reunirnos con la asociación de vecinos del barrio para pedirles disculpas por las molestias que les podamos causar el próximo domingo y darles explicaciones, para que entiendan que no podemos hacer otra cosa. Hay 500 familias que dependen de este trabajo y tenemos que vender", insistía ayer Antonio Maya, presidente de la Asociación de Comerciantes Ambulantes (ACA), muy molesto con la Junta por haber cerrado la entrada al mercadillo sin previo aviso.
Los que el domingo acudieron a vender desde toda Andalucía y tuvieron que irse de vacío están estudiando pedir una indemnización en los tribunales, y se han movido rápidamente para asegurarse de que no les vuelve a ocurrir, ya que calculan que cada día de parón son 250.000 euros de pérdidas.
Los vendedores esperan que esta solución temporal sólo tenga que adoptarse el próximo domingo. Infraestructuras, que fue quien se reunió con la Junta y fue informada por EPSA de que el bloqueo de la entrada al mercadillo durará un tiempo, se ha comprometido con los vendedores a habilitar una entrada peatonal de unos siete metros y viales interiores para que los ambulantes puedan meter sus vehículos para montar los puestos y descargar la mercancía.
También se adecentará la entrada a la zona de aparcamientos para los compradores. Las obras no son complejas, explican desde este área, pero no pueden hacerse mientras llueva. El compromiso es iniciarlas en cuanto sea posible, pero no se puede garantizar que estén la semana que viene.
El domingo pasado, los vendedores se encontraron con la sorpresa de que habían tapado con vallas y montículos de arena el último de los cuatro accesos al mercadillo, a pesar de que la asociación de ambulantes había contactado con EPSA para avisarle de que se trataba de la entrada al mercado de los domingos y, según ellos, la empresa pública había respondido que lo tendría en cuenta.