La nieve, la luz y el hielo son algunos de los elementos con los que la bailarina y coreógrafa Teresa Navarrete ha trazado el espectáculo Lost and safe, que estrena en Andalucía en el marco del Mes de Danza. El Teatro de la Maestranza se incorpora así a la muestra en el ecuador de su 14ª edición.
Con el frío como protagonista, bailarina y músico urden una pieza orgánica que la compañía a la que pertenece Teresa Navarrete, Erre que erre, estrenó hace unos meses en Cataluña, antes de su estreno esta noche en Sevilla (20.30 horas). El espectáculo, que volverá a representarse el miércoles a la misma hora y en el mismo escenario, presenta "un contraste muy interesante. Por una parte, hablamos de las sensaciones que provocan los espacios helados y la geografía del frío. Los movimientos, en cambio, están llenos de energía e intensidad y la música que Miguel interpreta en directo es muy emocional", explica la coreógrafa.
De este modo, Lost and safe (Perdido y a salvo) es un proyecto compartido en el que se han involucrado, desde un principio, junto a Teresa Navarrete, Kike Segurola, diseñador gráfico de la Compañía Erre que erre, y Miguel Marín, creador e intérprete de la música en directo.
Una composición que se divide en "una parte creada por ordenador y otra que se interpreta en directo, con xilófono, percusión, teclado y sonidos de viento", describe Marín. "Es una música fría, pero a la vez muy emocionante", adelanta Navarrete, para quien esta sensación térmica "es muy atractiva como espacio y también como estado emocional", comenta la bailarina.
Por su parte, la disposición del escenario y el vestuario son trabajos firmados por el diseñador gráfico de la compañía desde sus inicios, Kike Segurola. En los ensayos en Barcelona, ciudad en la que residen los tres artistas, Navarrete y Marín desarrollaron la idea original con el diseñador. La fotografía, en gran formato, de una pista de patinaje preside la obra sobre el escenario. "La luz crea una atmósfera íntima y a la vez extraña. A veces puede parecer un salón, otras una galería de arte. Lo importante es que nos sentimos cómodos en medio de todo eso", dice la bailarina.
El ropaje sonoro que secunda los pasos de la patinadora es la electrónica instrumental de Marín ejecutada en directo, en la que cabe distinguir las huellas de un piano y de un xilófono.
Formada en la Escuela Superior de Arte Dramático y Danza de Córdoba y en el Real Conservatorio Profesional de Madrid, Teresa Navarrete completó sus estudios de danza contemporánea en el Centro Andaluz de Danza de Sevilla.En 1996 crea su primera coreografía junto a María M. Cabeza de Vaca. En 1998 idea su primer solo -Lágrimas de ciervo-, con el que entra a formar parte de la Compañía de Danza Erre que erre, colectivo de creadores e intérpretes dentro del que desarrolla su trabajo como coreógrafa y bailarina. Ha creado piezas como Divadlo, Pensamientos despeinados, Experiencia(s), Me llamo Walter y Deberían llover cristales, entre otros.
