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El Metro de Sevilla llega para revolucionar la movilidad

La masiva afluencia de sevillanos ayer al acto de inauguración de la primera línea del Metro de Sevilla es la prueba evidente de que, por encima de los agoreros que torpedearon durante años el proyecto, la ciudad ansiaba disponer de un transporte moderno, ecológico y transformador, que revolucionará la movilidad...

el 16 sep 2009 / 00:50 h.

La masiva afluencia de sevillanos ayer al acto de inauguración de la primera línea del Metro de Sevilla es la prueba evidente de que, por encima de los agoreros que torpedearon durante años el proyecto, la ciudad ansiaba disponer de un transporte moderno, ecológico y transformador, que revolucionará la movilidad, no sólo en la ciudad sino en el área metropolitana de Sevilla desde el Aljarafe a Dos Hermanas.

Ayer fue un día histórico para la ciudad con la puesta en servicio del primer Metro de Andalucía, la mayor obra civil después de la Exposición Universal de 1992 y el suburbano tecnológicamente más avanzado del sur de Europa, en cuya construcción han participado hasta 2.000 personas. Los sevillanos tenían tantas ganas de probar el nuevo transporte que llegaron a colapsar algunas estaciones ante la avalancha estimulada por la gratuidad del primer día. Vagones y andenes a rebosar daban ayer la medida de que Sevilla, por fin, ha hecho suyo el Metro.

Han sido cinco años de obras no exentas de numerosas polémicas, que agitaban la conciencia de una ciudad ya traumatizada por el 'entierro' de los túneles que se construyeron hace dos décadas ante el riesgo de afección a los edificios del Casco Histórico. Desde entonces, fueron innumerables los avatares por los que pasó el proyecto desde que se inició hace cuatro décadas. Su 'resurrección' de la mano del pacto de gobierno municipal entre Alfredo Sánchez Monteseirín y Alejandro Rojas Marcos (PSOE-PA) en 1999 y la inteligente intervención de la Junta de Andalucía al darle al proyecto un carácter metropolitano con su extensión al Aljarafe y Dos Hermanas, produjeron el impulso necesario para que el proyecto cogiera velocidad de crucero pese a las numerosas trabas que impuso el gobierno de José María Aznar al negar la financiación estatal exigible en virtud de la ley de 1975.

Las obras de esta nueva fase, sin embargo, tampoco han sido un camino de rosas para la Junta ni las empresas concesionarias de su construcción. La inconveniencia de iniciar el trazado sin un proyecto constructivo previo supuso buena parte de los numerosos cambios que hubo de soportar la línea uno, tanto en técnica constructiva como en el propio trazado. Así, se produjeron incumplimientos en los plazos establecidos -la primera inauguración prevista fue junio de 2006- y se registraron incidentes que pudieron provocar una auténtica tragedia, como cuando cayó una viga del viaducto sobre la SE-30 con la fortuna de que lo intempestivo de la hora evitó que pasara ningún coche, o el último socavón provocado por la obra, que se tragó un kiosco de prensa.

Es el momento de reconocer -y así lo hicieron ayer las autoridades- la paciencia que han tenido los vecinos y sobre todo los comerciantes de las zonas afectadas, de los remedios a Nervión, que durante meses aguantaron estoicamente unas obras que se eternizaban, provocando molestias a sus clientes y una importante merma de sus ingresos. Hoy, muchos de ellos echarán la vista atrás y verán que merecía la pena el esfuerzo al comprobar cómo tienen la más moderna línea de Metro junto a sus casas y comercios, lo que sin duda les reportará importantes beneficios tanto de movilidad como de rentabilidad comercial.

Y es que el Metro que ayer entró en servicio cambiará definitivamente el concepto de movilidad en Sevilla, aliviando uno de los puntos negros de la Gran Sevilla: el acceso y salida de los miles de sevillanos que viven en el Aljarafe o Dos Hermanas y trabajan en Sevilla o viceversa, así como los miles de estudiantes de la universidad Pablo de Olavide.

Tal y como dijo ayer la Ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, la línea 1 del Metro "reducirá los atascos y ofrecerá comodidad, seguridad y puntualidad" a los más de 50.000 usuarios que se prevé usen al día este servicio, de los que en torno a un 30% procederán de la primera corona metropolitana.

Una vez inaugurado, es el momento de que la Junta y la concesionaria analicen el funcionamiento de la línea e introduzcan las mejoras necesarias en función de los primeros días de puesta en marcha del servicio para ajustar la ratios de eficiencia y rentabilidad y hacerla compatible con la comodidad y mejor servicio a todos los usuarios. También deberán mantener el esfuerzo por establecer una política de comunicación que facilite las cosas y familiarice a los usuarios con un transporte inédito en Sevilla, que a buen seguro requerirá una importante labor pedagógica por parte del personal de Metro de Sevilla, tanto en accesos como en las numerosas conexiones con autobuses y tranvías metropolitanos a corto plazo.

El Presidente de la Junta Manuel Chaves reiteró ayer el compromiso de culminar la red de Metro con la construcción de las líneas 2, 3 y 4. Es un objetivo irrenunciable, avalado por la formidable acogida de la primera línea por parte de los sevillanos. El Metro debe tener continuidad para conformar una malla de comunicación que verdaderamente transforme Sevilla, la modernice y la haga más humana.

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